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KABUL, Afganistán, 16 de marzo.- El comunicado emitido por la Presidencia afgana después de que Karzai se reuniera con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, dice que, como consecuencia de la masacre, "las fuerzas de seguridad internacionales tendrán que retirarse de los puestos de avanzada que tienen en los pueblos y regresar a bases" más grandes.
En Kabul, Panetta y Karzai dieron versiones radicalmente distintas de las conversaciones que mantuvieron, después de que los estadounidenses afirmaran que no planeaban retirar sus tropas antes de lo previsto. Leer más
El soldado acusado de haber llevado a cabo el tiroteo estaba destinado en una base situada en un pequeño complejo para fuerzas especiales.
Karzai ha señalado que el ataque del domingo pasado ha dañado las relaciones entre Afganistán y Estados Unidos y reducido la confianza de los afganos en las fuerzas extranjeras. Asimismo, ha subrayado la importancia de "esforzarse al máximo para evitar que ocurran incidentes de este tipo en el futuro"
También este jueves, los talibán afganos han anunciado la suspensión de sus incipientes conversaciones de paz con Estados Unidos y han afirmado que la postura "débil, errática e imprecisa" de Washington es el principal "obstáculo" en el proceso.
"El Emirato Islámico ha decidido suspender desde hoy las conversaciones que estaba manteniendo en Qatar con los americanos hasta que aclaren cuál es su postura respecto a una serie de cuestiones y muestren que están dispuestos a cumplir sus promesas en vez de perder el tiempo", han dicho los insurgentes en un comunicado.
Por otro lado, los talibán han indicado que no han iniciado ningún proceso de negociación con el Gobierno afgano porque consideran que sería "inútil".
Esta decisión de los insurgentes supone un revés para la OTAN y su aspiración de poner fin a la guerra mediante un proceso de diálogo. Se cree que negociadores estadounidenses y de los talibán han mantenido contactos preliminares para abordar el posible establecimiento de una oficina para los talibán en Qatar donde entablar conversaciones.
El subcomandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el teniente general Curtis Scaparrotti, ha defendido este jueves la decisión de trasladar al sargento acusado de la masacre del domingo a un centro de detención militar situado en Kuwait, afirmando que de esta manera se garantiza que habrá una investigación y un juicio adecuados. Muchos civiles afganos y miembros del Parlamento han reclamado que el militar norteamericano sea juzgado en Afganistán.
Panetta, que ha realizado una visita de dos días a Kabul para tratar de calmar los ánimos, ha hablado de la matanza con Karzai, que le ha recalcado la importancia de que el juicio sea transparente. "Sobre todo le aseguré que, al igual que él, lamento lo ocurrido. Volví a decirle que estamos realizando una investigación completa y que llevaremos ante la justicia a la persona implicada. El lo aceptó", ha explicado Panetta a los periodistas antes de marcharse de Afganistán.