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15 de marzo.- "No hay señal" de que el conductor en el accidente del autobús en Suiza condujera con exceso de velocidad. La Fiscalía suiza ha sugerido que el accidente lo provocó una falla técnica o la mala salud del conductor.
Por su parte, el primer ministro belga, Elio di Rupo, ha manifestado que su país vive "un día dramático" por la muerte de 28 personas, entre ellas 22 niños, en el accidente de un autobús en el sur de Suiza.
Mural con los mensajes de condolencia de los compañeros de colegio de Sint Lambertus, de donde eran las víctimas del accidente de autobús.
Las vacaciones blancas se cubrieron de sangre y Bélgica está de luto por la muerte en Suiza de 22 escolares (entre los 10 y 15 años de edad) y seis adultos en un accidente de autobús que ha puesto trágico final a la tradicional semana de vacaciones en la nieve. Otras 24 personas han resultado heridas -algunas de gravedad- y tres niños están en coma. Los menores son alumnos de dos colegios de las localidades flamencas de Lommel y Heverlee. “Es un día trágico para Bélgica”, ha dicho el primer ministro Elio di Rupo, reflejando el sentimiento de un país en conmoción.
"La pérdida de un adulto es trágica, pero cuando se trata de un niño no hay palabras", ha señalado el primer ministro belga en una rueda de prensa en Suiza. El miércoles fue día de luto nacional en Bélgica.
Siete de los 10 niños holandeses que se encontraban en el autobús han fallecido. Los menores asistían a las escuelas belgas, informa Isabel Ferrer. También viajaban en el vehículo un ciudadano polaco y otro alemán. Según una información facilitada por las autoridades belgas al Ministerio de Exteriores español, en el autobús siniestrado viajaban tres estudiantes hispano-belgas, uno de los cuales falleció, informa Miguel González. Los restantes 37 pasajeros tienen la nacionalidad belga.
Parientes de las víctimas en el colegio Saint Lambertus, en Heverlee (Bélgica), donde estudiaban algunos de los niños del autobús accidentado.
Estado en el que ha quedado la parte delantera del autobús accidentado en el tunel de Sierre, Suiza, donde han fallecido 28 personas, entre ellas 22 niños, que procedían de un colegio belga.
Por razones aún desconocidas en la noche del martes el autobús en que viajaban hizo una maniobra en falso y acabó estrellándose contra la pared de una zona de seguridad en un túnel alpino en el cantón del Valais, en la parte sur de Suiza limítrofe con Francia e Italia. La Fiscalía del cantón ha señalado en una rueda de prensa que "no hay señales" de que el vehículo circulara con un exceso de velocidad y que el conductor llevaba poco tiempo al volante. El Ministerio Público se centra en tres hipótesis: un fallo técnico del vehículo, un problema de salud del chófer o un error humano.
Una superviviente de doce años logró hablar con su padre por teléfono después del accidente. "Estaba oscuro, escuché un golpe fuerte. Todos los asientos salieron disparados, me quedé atrapada entre dos asientos", contó la niña, que tiene dos piernas y un brazo rotos, informa el diario belga Le Soir.