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Si en 2010 el multimillonario y filantrópico matrimonio Gates iniciaba una cruzada para que todo el mundo pudiera acceder a las vacunas, y otros tantos años atrás hacía un apasionado llamado a favor de la lucha contra el sida, que incluía una dura crítica a la doctrina del Vaticano sobre el uso del preservativo, ahora Melinda, la esposa del fundador de Microsoft, se compromete con otra causa.
En esta ocasión tiene que ver con el control de la natalidad. “Soy católica practicante, pero las mujeres de África y Asia necesitan tener acceso a los anticonceptivos”, dijo el jueves Melinda Gates en la Cumbre de Londres sobre Planificación Familiar, organizada por la Fundación Bill & Melinda Gates junto con el gobierno de Reino Unido y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA). Allí se comprometió a dedicar el resto de su vida a mejorar el acceso a los anticonceptivos en todo el mundo.
En su intervención, recogida por el periódico británico The Guardian, también recordó que las mujeres son las que tienen la última palabra en el asunto, y pasa por alto los dictados de la propia Iglesia, que siempre se ha mostrado contraria al empleo de la píldora y otros métodos. “Una iglesia se compone de sus miembros, y una de las cosas que esta campaña podría hacer es ayudar a las mujeres. He recibido miles de mensajes de apoyo, incluso de monjas, que dicen: “Soy católica, pero creo en los anticonceptivos”.
Según Melinda, “los obispos difunden una cosa, pero los católicos de a pie hacen otra”. “En mi país, el 82% de los católicos dicen que la contracepción es moralmente aceptable. Así que en África la decisión debe depender de las mujeres. Tenemos que dar voz a las mujeres de todo el planeta”, añadió. Luego subrayó: “Creo en esta religión, tiene sorprendentes e increíbles enseñanzas morales, pero también tengo que pensar en cómo mantener a las mujeres con vida y no dejar que los bebés mueran. Para mí eso es lo más importante”.
La conferencia ha reunido a 250 delegados, incluyendo a Jakaya Kikwete, presidente de Tanzania; Compaoré Chantal, primera dama de Burkina Faso, y el ministro de la Salud de Bangladesh, A.F.M. Ruhal Haque. La campaña supone “una labor sin precedentes para hacer asequibles los anticonceptivos, con el objetivo de salvar y proporcionar información, servicios y suministros disponibles para 120 millones de mujeres y muchachas en los países más pobres del mundo hasta 2020”, explicó Melinda Gates, y aseguró que ser mujer y madre (la pareja tiene tres hijos, de 16, 13 y 10 años) fueron las razones que la animaron a centrarse en la planificación familiar. Este nuevo compromiso adquirido por la fundación implica también una investigación para analizar el desarrollo de mejores procedimientos contraceptivos.
El matrimonio Gates fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2006. El jurado valoró el ejemplo que representa de generosidad y filantropía ante los males que siguen asolando el mundo.