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PARÍS, 13 de julio.- La "First Girlfriend" de la República francesa, Valerie Trierweiler, había logrado desaparecer de la escena después de su lamentable tweet contra Ségolène Royal, la ex del presidente François Hollande. El palacio del Elíseo estaba controlando los daños cuando Thomas Hollande, el hijo mayor y abogado del presidente y Segolene, decidió ayer relanzar la polémica y destruir públicamente a su madrastra.
La discreta vida de la familia presidencial quedó revelada con sus divisiones, sus decepciones y sus nuevos rencores. En la revista Le Point, Thomas (27 años) revela que el tweet donde la periodista-primera dama apoya al candidato que se opone a su mamá en la circunscripción de La Rochelle "me dio pena por mi padre. Él detesta que se hable de su vida privada. Esto ha destruido la imagen normal que él había construido", dijo, tras agregar que su padre estaba "asombrado" con el gesto de su actual compañera.
Valérie Trierweiler.
"Yo sabia que alguna cosa podía venir de ella (Valerie) un día, pero no un golpe así. Es alucinante", sostuvo Thomas ante una periodista de Le Point.
Thomas, sus dos hermanas y su otro hermano no hablan más con Valerie ni quieren volver a verla y ha desoído a su padre, que le pidió silencio. Flora, la más chica de la familia, es quien más afectada está y quebró a Segolene hasta las lágrimas el día de la elección con su llanto, ante la incomprensión frente al gesto de la nueva mujer de su padre.
"¿Es lógico, no?" se responde Thomas Hollande en Le Point. "Lo que cuenta es que nosotros normalicemos las relaciones con nuestro padre", agregó.
Valérie y François.
Él y el presidente François Hollande tuvieron una comida a solas después del tweet y éste último le pidió "no alimentar la telenovela". Thomas ha recibido de su padre la promesa de explicarse sobre el tweet y clarificar el rol de la primera dama en su entrevista periodística del próximo 14 de julio.
El joven doctor Hollande después se refirió a la inaceptable dualidad de periodista y primera dama de Valerie Trierweiler, que trabaja en Paris Match y tiene una oficina en el palacio del Elíseo con cuatro empleados. Un rol que divide a los franceses y preocupa a la revista por el debate y la exposición pública que su posición genera cada día.
Thomas Hollande con su padre, el Presidente de Francia.
Ségoléne Royal, ex pareja de Hollande y mamá de Thomas.
"Es un factor de inestabilidad. O ella es periodista o ella tiene un gabinete en el Elíseo" dijo Thomas, que ruega que "no haya un segundo tweet".
Durante la campaña de su madre y su padre, Thomas participó activamente y pensaba ahora hacer un grupo de reflexión política que ha abandonado. Él ahora imagina que Ségolène, su mama, será "ministra, por qué no, en los próximos meses: en política uno nunca se muere".
En un comunicado, Thomas dijo ayer que Le Point había deformado sus declaraciones y que sólo fue una conversación informal con la periodista. Pero ya el daño estaba hecho.
Thomas se limitó a decir lo que piensan no solo su familia, sino los amigos de Hollande, desde que Trierweiler decidió intervenir abiertamente en la selección de los que se aproximan al presidente y elegir quiénes son sus amigos y expulsar a los otros.
Desde el tweet y el llamado de atención del primer ministro Jean Marc Ayrail de "cada uno en su lugar", Valerie ha desaparecido de las espectaculares apariciones públicas para ocupar un segundo plano y una "agenda normal". Por ejemplo, visitar sin periodistas un Instituto Médico Educativo en la Costa Opale, en el norte del país. No asistió al viaje oficial del presidente Hollande a Londres y su próxima ceremonia será hoy en la tribuna de la plaza de la Concordia para seguir el desfile militar del 14 de julio, el mismo día que el Presidente explique su versión del tweet y el rol de una primera dama.