458 palabras
JOHANNESBURGO, 30 de agosto.- Los mineros de la mina de Marikana arrestados el pasado 16 de agosto en Sudáfrica serán acusados del asesinato de 34 compañeros a quienes disparó la policía, según una fuente oficial citada por la cadena británica BBC. El portavoz aseguró que 270 trabajadores serán juzgados bajo la doctrina del «propósito común». Se les acusa de estar entre la multitud que se enfrentó a la Policía, y de ser quienes abrieron fuego y provocar una protesta nacional. Los oficiales, por el contrario, no serán juzgados a la espera de que una comisión de investigación esclarezca los hechos.
Un policía dispara a mineros en protesta el 16 de agosto en Rustenburg, a unos 100 km al noroeste de Johannesburgo. (Reuters)
Seis de los 270 trabajadores permanecen en el hospital, después de que resultaran heridos durante el tiroteo en la tercera mina de platino más importante del mundo, y por eso aún no se encuentran en los tribunales para enfrentarse al juicio. Alrededor de un centenar de personas están protestando a las puestas del tribunal exigiendo la inmediata liberación de los 264 mineros que se encuentran en al juzgado de Garankuwa.
El portavoz de la fiscalía, Frank Lesenyego, aseguró que todos ellos se tendrán que enfrentar a cargos de asesinato, incluidos aquellos minero que estaban desarmados o que se encontraban en la retaguardia de la multitud. «Serán juzgados bajo una ley común. Todos los acusados tenían un propósito común. Todos son sospechosos de encender la chispa de una confrontación contra los agentes. Los disparos tienen consecuencias fatales», añadió.
El fotógrafo Greg Marinovich, entrevistado por la agencia de noticias France Press, sugiere, sin embargo, que los mineros abatidos fueron perseguidos y disparados a bocajarro a juzgar por los restos de los cadáveres que encontró en el lugar de los hechos.
El conflicto en la mina comenzó por una disputa sobre los pagos y los reconocimientos de los sindicatos, los cuales convocaron a una huelga de trabajadores durante tres semanas. En visita a la mina después de los asesinatos, el presidente del país, Jacob Zuma, dijo a los trabajadores que «sentía su dolor» y prometió una rápida y eficaz investigación de las muertes. La Policía asegura que fueron los mineros los que comenzaron a disparar después de haber sido amenazados por un grupo de trabajadores armados con machetes. (ABC)