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1. ¿Moro o judío?. La Qabbaláh (del hebreo qabbalah "recibir") es una de las principales corrientes de la mística judía. La base estructural de su estudio consiste en el análisis del "árbol de la vida". Ello tiene un sentido teológico y religioso entre los judíos. Es tradición oral (fuera de las escrituras "oficiales") que explica y fija el sentido esotérico de la sagradas escrituras, descifrando el sentido del Universo y de la existencia humana. Pero en Mérida la de Yucatán, La Kábbala es un conocido bar ubicado muy cerquita de "El Paso Deprimido" de Paseo de Montejo. Su propietario, "El Moro" Ruiz Hagar, se hizo célebre hace unas semanas —poco después de la golpiza de los porros oficiales a los indefensos manifestantes en contra del túnel— por sus chispeantes declaraciones de que la polémica obra vial, lejos de perjudicar a los comercios de la zona ¡los beneficiará ampliamente! Casi dijo "El Morito" que será tan bueno "como maná caído del cielo en el desierto".
2. Significado del verbo "recibir". En un sentido más prosaico y popular, La Cábala es "la ciencia" de la adivinación a través de los números. Pero regresando a "El Morito" Hagar Ruiz, este sin ningún pudor y de manera parlanchina cuenta —a quien se lo pregunte— cómo es que fue que hizo esas declaraciones (ampliamente difundidas en boletines del Ayuntamiento de Mérida). Declaraciones que van, aparentemente, contra sus propios intereses, ya que es evidente que a su antro "La Kábbala" se le han caido estrepitosamente las ventas, como a la gran mayoría de los negocios de la zona. "Es fácil que me entiendas, mi rey, no te hagas bolas" dice con desparpajo Hagar Ruiz. "Me ofrecieron 140 mil pesos mensuales. Yo solo tengo que facturar esa suma al gobierno por concepto de alimentos o servicios a eventos" dice Morito, entre risa y risa de quienes oyen, divertidos, el origen de los números de los billetes cabalísticos en los bolsillos del Moro.
3. Regaño de "los grandes". Prosigue Ruiz Hagar: "ya hasta me reclamó uno de los Chapur. Me dijo que soy un traidor a los comerciantes de la zona" cuenta el Moro a su divertido auditorio: "yo digo: «mira hermano, el billete es el billete. Además ustedes ni lo necesitan, yo sí»". Alguien preguntó curioso a Ruiz Hagar: "Pero oye, Moro, esos 140 mil mensuales, no son de los créditos de Micromer, ¿verdad?", refiriéndose a créditos blandos del Ayuntamiento de Mérida a los comerciantes cercanos a "La Glorieta de la Paz". El Moro le contesta orondo: "¡Nooooo! eso es para todos, es sobre la mesa y no es mensual, como lo mío: lo de los 140 facturaditos, contantes, sonantes y mensuales son sólo para Miguelito" —dice señalándose a sí mismo y sin perder la más amplia sonrisa— "es mi premio por las declaraciones, jajaja... es el precio del quemón social... jajajaja". Así concluye el Moro su jacarandosa disertación y deja con los ojos cuadrados a sus oyentes. Si vemos a otro "empresario" declarar a favor de la obra, ya sabemos de a cuánto es el cañonazo de dinero público recibido a cambio de varios meses de facturar un servicio que nunca se prestó. Es lo que nos cuestan ya a todos las declaraciones del Moro. Pá eso pagamos predial e impuestos ¿no?
4. El Tren Bala y Bonny El tren bala se convirtió no solamente en la mentira más grande de Bonnie sino en un atractivo negocio para Ulises Carrillo. Sería bueno que este aclarara cuánto han pagado por el anteproyecto del tren bala, cuánto han erogado por el proyecto, cuánto suma el total al agregarle el “proyecto de operación” y el sueldo de la “Directora del Tren Rápido”, Janet Rosado Novelo. ¿Por qué cuenta la "directora" con un sueldo tan elevado? Que explique cuántas horas le ha dedicado al proyecto. ¿Cuáles han sido los resultados? El próximo gobierno de Yucatán tendrá que hacer esas preguntas y arraigar a Ulises —evitar que se vaya— dado que deberá dar muchas, pero muchas, explicaciones.
5. La Renuncia de Baqueiro…. Armando Baqueiro Cárdenas —ex secretario de Planeación y Presupuesto del Gobierno del Estado— presentó su renuncia hace año y medio; por diversos motivos Ivonne Ortega no se la aceptaba. La realidad: Baqueiro Cárdenas jamás aceptó transferencias de rubros de ejercicio. Por ejemplo, si el sector “salud” tenía un fondo, la secretaría de planeación no permitía que se ejerciera en actividades “sociales y deportivas”. Baqueiro era un freno permanente para las triangulaciones del erario público, los ejercicios derrochadores y, desde luego, detenía —o intentaba hacerlo— todo gasto dirigido a regalos, fastuosidades, fiestas y acarreos de gente. Los principales opositores de Baqueiro eran, irónicamente, Ulises Carrillo Cabrera, Alejandro Menéndez Bójorquez y Jorge Canul Rubio: representaban la antítesis de la administración pública (ellos practican el derroche, el desorden a conveniencia y los gastos innecesarios). Baqueiro soportaba una injusta “cargada” en su contra por parte de estos hombrecillos que, según un galeno muy cercano a Jorge Carlos Ramírez Marín "forman parte de la chatarra política". No olvidemos que en los inicios de Ivonne Ortega el primero en oponerse a la política económica y presupuestal de Baqueiro fue el Naxoncito Zapata.
6. El informe del Gordo Ramírez. El Informe del gordo Ramírez Marín tiene varias aristas. La primera se forma con los ataques del Mamutreto de la Indignidad hacia el diputado: objetó que le rindió más honores a Blake Mora que a la gobernadora Ortega Pacheco. El Secretario de Gobernación venía en representación del Presidente de la República y no a título personal; si a eso le sumamos que la gobernadora estaba desquiciada por la presencia de 14 diputados federales de Acción Nacional —3 de ellos le han increpado su mala administración— Mario Renato tenía elementos, según él, para convertir al gordo Ramírez en "su feroz enemigo". Otra arista es que el informe de Ramírez Marín se anunció varios días previos en el Diario de Yucatán, motivo de gran disgusto para Bonnie: se sabe que los secretarios, directores y jefes de departamento recuerdan constantemente a los empleados del gobierno la obligación de no comprar ni leer el Diario de Yucatán y de rechazar los domingos el ejemplar de obsequio de A7.
7. El caudillo de Dzemul Varios años ha que en el cementerio general se lleva a cabo la ceremonia luctuosa para conmemorar el fallecimiento de Víctor Cervera Pacheco. El 18 de agosto, puntualmente a las 8:30 AM se celebra una misa allí mismo a la que acuden quienes fueron sus amigos y colaboradores. La campanada del día la dio el profesor Miguel Ángel González López, ex jefe policíaco en el interinato cerverista: se negó a leer un discurso a los asistentes después de la celebración eucarística. Así lo dictaba el programa. González López no solo se negó a leerlo, sino que ¡no se presentó! El que fuera gran amigo y colaborador de Cervera se portó como todo un caballero al negarse a leer un discurso que consideró plagado de innecesarias y nada inteligentes alabanzas a doña Bonnie. El murmullo en el camposanto subió de tono y volumen cuando apareció en el micrófono, en representación de los cerveristas, ¡Manuel Triay Peniche! Ex colaborador —40 años— del Diario de Yucatán y hoy dirigente de un periódico vespertino, Triay provocó que Carlos Cantón pudiera contabilizar que, iniciando su discurso, más de 100 personas abandonaron discretamente el cementerio.