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El ex presidente estadounidense Bill Clinton cumpló ayer 65 años convertido en un vegetariano convencido y centrado en su labor al frente de la comisión creada para la reconstrucción de Haití tras el terremoto de enero de 2010.
El ex presidente estadounidense Bill Clinton se mantiene muy activo: lanzó el martes un nuevo programa de préstamo para negocios en Haití con el fin de ayudar a apuntalar una economía devastada por el terremoto de enero del 2010.
"Me siento bien y tengo también, lo crean o no, más energía", comentó Clinton esta semana durante una entrevista con la cadena CNN.
Tras los problemas coronarios que lo obligaron a pasar por el quirófano en 2004 y 2005, el ex presidente demócrata (1993-2001) concluyó que "había estado jugando a la ruleta rusa" y decidió hacer profundos cambios en su dieta.
Clinton no come carne, lácteos, ni huevos. "Me gustan las verduras, las frutas y cosas por el estilo que como ahora", contó en la entrevista con CNN al señalar que pesa actualmente 84 kilos, lo mismo que cuando tenía 13 años.
Alejado del inevitable estrés asociado a la política activa, ahora está centrado en su fundación benéfica y especialmente en su papel como copresidente de la Comision Interina para la Reconstrucción de Haití (CIRH).
Entre 2001, cuando dejó la Casa Blanca, y 2010, el ex presidente ganó 65 millones de dólares con las conferencias que da en foros nacionales e internacionales, según cálculos basados en el informe de ingresos que Hillary Clinton, su esposa y actual secretaria de Estado de EEUU, presentó el año pasado.
Nacido en Hope (Arkansas) el 19 de agosto de 1946, William Jefferson Clinton se afilió al Partido Demócrata en los años sesenta. En 1978 se convirtió en el gobernador más joven de la historia de EEUU al ser elegido en su estado natal.
Reelegido varias veces como gobernador de Arkansas, en julio de 1992 fue proclamado candidato a la Presidencia de EEUU por su partido y en noviembre de ese mismo año ganó las elecciones frente al presidente republicano George Bush, con lo que se convirtió en el presidente número 42 del país.
Durante sus ocho años en la Casa Blanca amplió la red de protección social, redujo la burocracia y logró el descenso de la criminalidad.
Aunque salió "ileso" de ambos, el escándalo derivado de su relación adúltera con Mónica Lewinsky, una becaria de la Casa Blanca, y el caso "Whitewater", una turbia trama inmobiliaria en la que también se vio involucrada su esposa, dañaron su popularidad y su credibilidad.