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Las fuerzas rebeldes lograron el martes 23 una nueva victoria en su lucha por la liberación de Libia. Bab Al Aziziya, el cuartel general de Gadafi y auténtico símbolo de su poder, cayó a media tarde tras dos días de combate. Los bombardeos de la OTAN y la llegada de refuerzos por tierra acabaron con la resistencia de los hombres leales al dictador, que finalmente perdieron la batalla y no pudieron evitar la toma del complejo. Las muestras de júbilo y los disparos al aire al grito de «¡Ala Akbar!» ('¡Dios es grande!') no duraron demasiado porque los milicianos querían encontrar a Muamar Gadafi, que sigue en paradero desconocido. Las ganas de cantar victoria están pudiendo con la prudencia y aunque el triunfo parece próximo la lucha no ha terminado, y 'no se puede bajar la guardia', alertaron los responsables de la oposición desde Bengasi.
Un miliciano rebelde rompe un cristal en la dependencia presidencial. | Ap
Los insurgentes festejan la victoria tras la toma del complejo presidencial en Trípoli. | Efe
Un rebelde celebra la toma del cuartel de Gadafi en la capital libia. | Reuters
Las celebraciones en Trípoli se concentran en la plaza Verde, ahora denominada de los Mártires. | Afp
Moamar Gadafi: retirada, 'maniobra táctica' En medio de estas jornadas que parecen las últimas de los 42 años de régimen, Gadafi lanzó anoche un mensaje en una radio de Trípoli. En su alocución aseguró que su retirada del búnker se debió a 'un movimiento táctico' tras soportar 64 ataques aéreos de la OTAN. El dictador regresó a sus proclamas habituales gritando 'victoria o martirio'. Poco después, las fuerzas leales a Gadafi lanzaron varios misiles Grad contra Trípoli y media docena de misiles Scud contra Misrata, lanzados desde Sirte, ciudad natal del dictador.
La agencia de noticias rusa Interfax informó de que el propio Gadafi aseguró en una conversación telefónica que se encontraba en la capital y no tenía intención alguna de huir. Lo hizo en una conversación privada con Kirsán Iliumzhínov, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), que hace pocas semanas se desplazó a Trípoli para jugar una partida con el propio Gadafi. Según Iliumzhínov, con Gadafi puede encontrarse su hijo mayor, Mohamed, que pudo haber logrado burlar el cerco rebelde escapando de sus captores.
Las imágenes de los rebeldes victoriosos cruzando la puerta oeste de la fortaleza de Bab Al Aziziya sirvieron para devolver la confianza en unos opositores que recibieron todo un jarro de agua fría durante la madrugada anterior cuando Saif Al Islam apareció subido en una pick up' en el hotel Rixos, donde permanece encerrada la prensa internacional invitada por el régimen. Esta aparición echó por tierra las supuestas informaciones del Consejo Nacional Transitorio (CNT) que hablaban de la detención del que estaba llamado a ser el sucesor de Gadafi. Es precisamente en la zona de Al Mansoura, en la que se encuentra este hotel, donde se registraron durante toda la jornada los combates más duros.
Libios anti-Gadafi muestran orgullosos la bandera tricolor, uno de ellos parado sobre la estatua del puño en el complejo presidencial de Gadafi. | Ap
La batalla, palmo a palmo La guerra urbana es distinta en cada barrio y la ciudad tiene ya zonas amplias en las que la revolución ha triunfado sin necesidad de pegar un tiro, ya que los ciudadanos estaban claramente en contra de la dictadura y esperaban la llegada de los milicianos para vencer al miedo y salir a las calles. Estas zonas ocupan la mayoría de la ciudad según la OTAN, que confirmó que 'el régimen ya no controla la capital' y 'vive su último capítulo'.
El portavoz militar de la misión, el coronel canadiense Roland Lavoie, aprovechó su comparecencia para hablar de un escenario futuro en el que dejó muy claro que 'en ningún caso habrá tropas de la OTAN sobre el terreno'.
El Gobierno libio, por su parte, ofreció también su particular visión de los hechos, y el portavoz, Mousa Ibrahim, quiso mantener alto el ánimo de los suyos señalando que 'mantenemos el control sobre el 80 por ciento de la ciudad.
Con Bab al-Aziziya bajo control comenzaron a llegar las noticias sobre el repliegue de tropas de Gadafi hacia Sirte, localidad natal del dictador. Hacia este bastión del régimen avanza el frente este rebelde, que tras la liberación de Brega ayer logró acercarse a la ciudad de Bin Yawad, prácticamente a las puertas de Sirte. Esto supone el avance más importante en el desierto desde marzo. Además, los rebeldes trasladarán esta semana su cuartel general, ahora en Bengasi, a Trípoli, como prueba irrefutable de su éxito militar.
Milicianos 'liberan' el carrito de golf que usaba Gadafi para desplazarse por el complejo. | Reuters
Un rebelde celebra la victoria a las puertas del complejo presidencial de Gadafi. | Ap
Puede haber salido al mar por un túnel Los barracones militares de la residencia-búnker de Gadafi están conectados a túneles subterráneos de hasta 30 kilómetros de longitud, algunos de los cuales llegan incluso al mar, según el teniente general del Ejército rebelde, Umar al-Hariri. Ahora que los opositores han penetrado en Bab al-Aziziya —en español, Puerta Espléndida'— sin encontrar rastro de Gadafi, la hipótesis de que el tirano haya utilizado esos túneles para huir o esconderse no es descartable.
Por otra parte, no es la primera vez que el recinto amurallado, de seis kilómetros cuadrados, sufre ataques. En abril, una operación aérea de la OTAN, de la que Gadafi salió ileso, dejó tres muertos. En junio, otro bombardeo derribó algunas torres de vigilancia sobre el muro. Aunque en marzo, cuando los aliados impusieron la zona de exclusión aérea, el régimen evitó los primeros bombardeos utilizando escudos humanos.