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Túnel construido, ni Dios lo evita
¿Por qué insistir en el rechazo del "paso deprimido" cuando éste ya se realizó y está a punto de entrar en funcionamiento?¿Por qué recordar la golpiza del 4 de julio y exigir justicia a una administración renuente a respetar la ley y a reconocer sus errores?
Decenas de personas me han hecho estas preguntas al escuchar la invitación que les hago a participar en la Cadena de las Glorietas, el próximo sábado 24 de septiembre. Y la respuesta que les doy corresponde a dos tiempos gramaticales: el pasado y el futuro. El pasado, porque debemos recordar que el "paso deprimido" fue una obra que la alcaldesa "se sacó de la manga", fue una decisión que pasó de las conferencias de prensa a la licitación sin realizarse los estudios indispensables, fue una obra impuesta que violó leyes, reglamentos y decretos municipales, que suplantó a instancias de consulta e ignoró la opinión de especialistas que la reprobaron con argumentos y razones.
Agarrados en el error, la respuesta de las autoridades municipales y estatales fue la agresión contra quienes se manifestaban pacíficamente, con el único propósito de hacerse oír. Desde el Estado se utilizaron recursos públicos para acallar a ciudadanos de una manera violenta. Pero no lo hicieron con la fuerza institucional, la de los cuerpos policíacos, no, utilizaron la violencia porril, grupos organizados, movidos y protegidos por la autoridad, antes, durante y después de la agresión cobarde.
La razón que nos llevó a realizar la Cadena de las Glorietas, si bien se nutre de estos hechos del pasado reciente se finca en el futuro que queremos para nuestra ciudad y para nuestro país: así no, no al autoritarismo de las autoridades, no a la corrupción gubernamental, no a la represión.
La obra del "paso deprimido" se realizó ya, eso es incuestionable. Pese a ello, nuestro movimiento de RESISTENCIA AL AUTORITARISMO TRIUNFÓ, porque nuestros gobernantes han visto acotado su poder y la sociedad se muestra activa para señalar sus excesos y combatir sus abusos. La Cadena de las Glorietas será un festejo cívico, una reunión de familias que ocuparán simbólicamente la calle, el espacio público por excelencia para reafirmar nuestra decisión de jugar el papel rector que en toda democracia le corresponde a la ciudadanía.
Es cierto, exigimos JUSTICIA, que las autoridades enmienden sus errores y sus omisiones que dañan a personas y grupos. Pero nuestra demanda de JUSTICIA no se queda en los efectos del mal gobierno, demandamos JUSTICIA con una forma distinta de gobernar y hacer política, que sea participativa, incluyente, que se escuche a los diversos sectores y protagonistas sociales pero que las respuestas de los gobiernos estén en manos de personas capaces, los más capaces de su campo profesional o actividad socio-política. No más improvisados en los gobiernos; no más amiguismos, no más pagos de favores, no más pandillas. Queremos, aspiramos a hacer realidad el carácter de SERVIDORES que corresponde a los empleados públicos y a los gobernantes y que seamos los ciudadanos organizados los MANDANTES DE LAS COSAS PÚBLICAS. Nada más, pero nada menos.