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A sus 25 años, Shirley es una fumadora empedernida que prende un cigarro con la colilla del anterior.
Las autoridades de Malasia rescataron, desde un parque zoológico en el estado de Johorm, en el sur del país, a una orangután hembra con el hábito del cigarrillo. El misterio develado es de dónde sale el tabaco para alimentar la adicción.
Todo trascendió porque la orangutana, llamada Shirley, fue delatada en sucesivas fotos que el público visitante del parque zoológico pone en la red social Facebook.
Shirley no solamente fuma, sino que, tal como parecen indicar las fotografías, es una fumadora empedernida que enciende un cigarrillo con la colilla del anterior.
El misterio relativo al origen de los cigarrillos no está del todo resuelto, pero las autoridades presumen que es el propio público visitante el que, de manera irresponsable, le deja el tabaco para poder fotografiarla.
Shirley fue rescatada del zoológico junto a un tigre y otros animales que, a juicio de las autoridades, estaban mal cuidados.
La mona, de 20 años de edad, tendrá que pasar ahora algunas semanas en el zoológico de Malacca, donde se la forzará a dejar el hábito.
El director del zoológico de Malacca, Ahmad Azhar Mohammed, dijo que no se le dará un sólo cigarrillo más al orangután porque "fumar no forma parte de los hábitos de estos animales."
Mohammed no cree que Shirley sea adicta, pero afirma que podría haberse creado el hábito por simple "monería"
"No me parece que haya desarrollado dependencia del tabaco, pero el hábito de fumar puede deberse a su deseo de imitar a la gente que fuma a su alrededor."
Cuando fuma, Shirley permanece tranquila. Sin cigarros, está un poco de mal humor y se evalúa si necesita parches de nicotina.
Pasado el mes, Shirley será trasladada a un centro de rehabilitación en el estado de Sarawak, en la isla de Borneo, donde los orangutanes aún viven libremente en la selva.
Malasia se ha comprometido a cuidar mejor de sus animales y a rescatarlos del abuso y el comercio ilegal.
Sin embargo, un grupo conservacionista británico, Nature Alert, le escribió al gobierno malasio denunciando la situación en que los visitantes al zoológico de Johor lanzaban cigarrillos encendidos al pozo en que vivía Shirley.
El grupo también denunció que la orangután, sin cigarrillos, comenzaba a sufrir de violentos cambios de ánimo, pareciendo a veces mareada o agitada.
Por el momento, Shirley presenta un buen apetito y nada de signos de depresión o enfermedad, según Ahmad Azhar Mohammed.
Los orangutanes, originarios de las selvas indonesias de Borneo y Sumatra pueden vivir hasta 60 años en cautiverio. (BBC/DAILY MAIL)