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El pasado 22 de diciembre, la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU) declaró el año 2014, como el Año Internacional de la Agricultura Familiar, (AIAF 2014). A partir de ahora, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), contando con el apoyo de otras instituciones, como el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), tendrá la tarea de elaborar el programa oficial del AIAF 2014.
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De acuerdo a la información oficial, lo anterior se deriva como reconocimiento al aporte de la agricultura pequeña y familiar como elementos esenciales en la provisión de alimentos y fuente de ingresos de millones de campesinos en el mundo. Por otro lado, no sólo resalta al papel de la agricultura familiar en la provisión de alimentos, sino en el mantenimiento de los espacios y culturas rurales, la gestión de la biodiversidad y la superación de la pobreza.
De la misma manera, la resolución contribuirá a contar con mejores políticas y acciones de gobierno a todo nivel, con el propósito de concentrar su atención en ese sector fundamental de nuestra sociedad e incrementar las inversiones que permitan que la agricultura familiar sea cada vez más competitiva y se intensifique en aspectos ecológicos y socioeconómicos.
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Asimismo, la agricultura familiar se convierte en una herramienta fundamental en la lucha contra la pobreza, especialmente en el sector rural y en la búsqueda de la seguridad y soberanía alimentarias, así como en la consecución de un medio rural vivo, basado en el respeto al medio ambiente y a la biodiversidad.
La resolución de la ONU, fue el resultado de una intensa y sostenida campaña internacional, promovida por el Foro Rural Mundial. El acuerdo contó con la adhesión de más de 360 organizaciones de 60 países que se sumaron a la campaña a nivel mundial.
Para todas las organizaciones adheridas al Año Internacional de la Agricultura Familiar y para cuantas otras quieran participar, se abre ahora una nueva etapa: el Programa mundial 2012-2013 para la preparación del AIAF 2014, que llevará a cabo numerosas iniciativas destinadas a convertir el AIAF, en un acontecimiento inolvidable, en una gran oportunidad para que se realicen muchas de las aspiraciones y demandas de las mujeres y hombres del campo, pastores, pescadores artesanales, comunidades indígenas y otros, en plena sinergia con la FAO, el FIDA y otros programas de esta índole.
Los abuelos desempeñan aún un papel muy importante entre los mayas
Lo esencial del trabajo de preparación que nos corresponde como sociedad civil, bajo el liderazgo de las organizaciones campesinas, de pescadores y artesanos, va dirigido a identificar y defender en cada país las demandas esenciales de las mujeres y hombres del campo ante las instituciones públicas, para que aprueben y pongan en práctica políticas agrarias que fortalezcan una agricultura familiar sostenible y próspera en todos los continentes.
En el mundo, hay más de 3,000 millones de personas que habitan en el campo, de los cuales se estima que 2,500 millones entre mujeres y hombres son agricultores. Además, hay más de 1,500 millones de personas que trabajan en 404 millones de parcelas menores de dos hectáreas. La población rural implicada en agricultura industrial no supera los 20 millones de personas.
El objetivo prioritario del AIAF 2014, es fomentar a nivel mundial políticas activas en favor del desarrollo sostenible de los sistemas agrarios basados en la unidad familiar, proporcionar orientaciones para su puesta en práctica, potenciar el papel de las organizaciones agrarias y campesinas y sensibilizar al conjunto de la sociedad civil sobre la relevancia de apoyar la agricultura familiar.
Con esta resolución de la ONU, se abren nuevas perspectivas para la sociedad en general y en particular para los que habitan en las zonas rurales. Eso significa redoblar esfuerzos para todos los actores, en la búsqueda de nuevas oportunidades de vida y en el caso mexicano, aun falta trabajar para poner en práctica las leyes aprobadas en torno al desarrollo rural y forestal sustentable y que hasta la fecha, pareciera letra muerta en su práctica.
En Yucatán, con la entrada en vigor de la Ley para la Protección de la comunidad maya, se intenta que realmente sus herederos conozcan sus alcances, para detonar su propio desarrollo de acuerdo a las regiones donde vivan.