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Las mismas bancas, herrería de jardineras, luminarias, aceras, concreto estampado en el arrollo vehicular y los mismos basureros. Lo único nuevo en el "rescate" del Centro Histórico que el Ayuntamiento de Mérida anunció que realizaría en diversos sitios emblemáticos de la ciudad, como la Plaza Grande, el Parque Hidalgo y el Parque de la Madre, son los pisos de cemento, nuevas plantas, cambio de lámparas, pequeños reflectores para resaltar algunos aspectos de estos lugares y pintura.
Eso es lo que según el gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Mérida costó $170 millones de pesos, procedentes del préstamo que el Ejecutivo estatal realizó con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el rescate del Centro Histórico, que más que rescate, se reduce a un costosísimo mantenimiento o manita de gato para el aniversario 470 de la fundación de la ciudad.
Lo único nuevo en su totalidad, lo constituyen el piso y la acera que atraviesa el Callejón del Congreso y la herrería utilizada para las jardineras. De resto, el paisaje urbano sigue siendo absolutamente el mismo que admiramos desde 2000, cuando el Ayuntamiento de Mérida, encabezado en ese entonces por el panista Xavier Abreu Sierra, rescató diversos espacios urbanos, comenzando por la Plaza Grande, las calles que lo rodean; el parque Santa Ana, La Mejorada y el parque de Santiago. Además, se cambió el pavimento por el concreto estampado de la calle 60 desde la 63 hasta la 47. También se colocó concreto estampado en un tramo de la calle 62, cercano a la Plaza Grande. Se ampliaron las banquetas de las calles que rodean a esta misma plaza; se retiraron postes debido a la puesta del cableado subterráneo. Se reconstruyeron los escalones de la acera, ubicada a la puerta del teatro "José Peón Contreras"; se cambiaron luminarias por unas de tipo colonial; se colocaron basureros nuevos; se construyó una barda perimetral que rodea toda la Plaza Grande y que los meridanos utilizan desde entonces como punto de descanso o de encuentro. Entre otras obras, para conmemorar el nombramiento de Mérida como Capital Americana de la Cultura.
Plaza Grande, antes de su "rescate".
Después del rescate: Lo único que cambió fue el piso. Los "confidentes", las luminarias y las plantas son las mismas.
Es así que con el anuncio del rescate del Centro Histórico, hecho a mediados de noviembre de 2011 y a través de las mantas que colocaron en las tapias que rodearon los trabajos en la Plaza Grande y los parques de la Madre e Hidalgo, las promesas de un cambio en el paisaje urbano eran de un cambio significativo.
Prometieron iluminación y solo cambiaron lámparas y colocaron algunos reflectores en algunos puntos de los parques. Prometieron movilidad peatonal y solo complicaron a los peatones que transitaron en esos lugares durante las obras. Ahora que han concluido, la movilidad continúa siendo la misma que antes. Dijeron que harían cableado subterráneo, pero "olvidaron" decir que los sectores trabajados ya contaban desde 2000 con el retiro de cables y con ductos subterráneos. Aseguraron que remozarían fachadas y durante el mes que duró la obra no se vio ningún rescate alrededor de las zonas intervenidas. Finalmente, prometieron mejoramiento de banquetas y, a excepción de la que construyeron en el Callejón del Congreso, las demás, no se tocaron. La única calle reconstruida fue la 57 con 58 y 60.
Parque Hidalgo, antes de su rescate.
Piso de cemento en lugar de adoquín francés y pintura nueva. Mismas bancas y mismas lámparas después del "rescate".
En sus grandes mantas, colocadas a lo largo de las tapias que ocultaron a los meridanos lo que realmente se hacía en los parques, también anunciaron el rescate de otros sitios, como el Pasaje Emilio Seijo, el cual sigue luciendo el mismo, idéntico rostro.
Durante el inicio de los trabajos, el 20 de noviembre de 2011, el secretario de Obras Públicas, Francisco Torres Rivas, anunció con bombo y platillo que en esta primera etapa se colocaría concreto estampado en la plaza principal, se dotaría de mobiliario urbano nuevo, se colocarían más de 2,000 lámparas en este sector y se remozarían 151 fachadas de un total de 300 que contempla el proyecto.
Asimismo, indicó que el plan integral también incluye trabajos en las nueve manzanas que rodean la plaza principal y en los tres corredores "articuladores" que unen al corazón de Mérida con los barrios de La Mejorada, San Juan y el Pasaje Emilio Seijo. El proyecto abarcaría 32 calles en los que se colocarían señalamientos con información turística, banquetas prefabricadas, concreto estampado y el rescate de 300 fachadas. Según el funcionario, la primera etapa de obras concluiría en diciembre y la segunda, iniciaría en enero.
Parque de la Madre, antes de las obras.
El "nuevo" parque de la Madre. ¿Este paisaje urbano costo $170 millones? Juzgue usted.
De todo lo prometido y anunciado, hoy la Plaza Grande cuenta ya con un piso de cemento nuevo, pintura para la banca perimetral, más plantas y algunos reflectores, y menos chicles en las aceras y en el concreto estampado. Ese fue su "rescate". El Parque Hidalgo, por su parte, tiene piso nuevo y lavado, unos pilares, ubicados en el tramo de la calle 59 con 60; nueva pintura, nuevas lámparas, pequeños reflectores y el reacomodamiento del adoquín frances. El parque de la Madre, corrió con la misma suerte: pintura, pequeños reflectores y piso nuevo.
Un verdadero rescate, como el que se supone realizarían, no podría llevarse al cabo en menos de un mes, además, de que debería hacerse por etapas para causar las mínimas molestias posibles, lo que no sucedió. Eso, sin tomar en cuenta que lo más fuerte de los trabajos se llevó a cabo en el mes de mayor movimiento comercial: las fiestas decembrinas, en el cual el Centro Histórico está a punto de desbordar por el número de peatones, automovilistas y ambulantes que lo invaden.
Sobre el supuesto "rescate" del Centro Histórico, algunos peatones señalaron que todo se veía igual. Otros, destacaron que en el caso de la Plaza Grande, esta se veía "mucho mejor con el piso anterior" porque iba más acorde con lo antiguo. El nuevo piso para ellos se hizo tirando rápidamente el cemento y esparciéndolo sin idea de cómo quedaría.
Con un aspecto sucio y mal hecho luce el concreto que el Ayuntamiento de Mérida y el gobierno estatal colocaron en la Plaza Grande. Transeuntes señalan el anterior piso lucía mucho mejor.
Esta fue una nueva burla de las autoridades estatales, encabezadas por Ivonne Ortega Pacheco; y las municipales, por Angélica Araujo Lara, a los meridanos; porque el supuesto rescate del Centro Histórico no ha sido más que la "manita de gato" más cara que ha tenido la ciudad. L.I.
El supuesto pavimento nuevo colocado como parte de los trabajos de rescate del Centro Histórico no duro ni una semana.