760 palabras
WASHINGTON, D. C.- Afganistán e Iraq ya no serán la prioridad militar de Estados Unidos, sino la región de Asia-Pacífico, según la nueva estrategia de defensa revelada por el presidente Barack Obama.
Entre otros pasos, el nuevo documento estratégico, titulado "Sosteniendo el liderazgo mundial de Estados Unidos: prioridades de defensa para el siglo XXI", llama a nuevas inversiones en la seguridad cibernética y una mayor confianza en el poder naval y aéreo, en oposición a las fuerzas terrestres, cuyas filas serán reducidas en decenas de miles en los próximos años, para lo cual se le redujo el prespuesto.
El presidente Obama dijo que, aun después de los recortes, el presupuesto de defensa estadunidense sería “más grande que el de 10 países juntos (…) tenemos responsabilidades globales que exigen nuestro liderazgo”, afirmó.
"Mientras veamos más allá de las guerras en Afganistán e Iraq…. seremos capaces de garantizar nuestra seguridad con menores fuerzas terrestres convencionales", afirmó Obama el jueves 5 en una conferencia en el Pentágono, sede del Departamento de Defensa.
"Así que, sí, nuestras fuerzas militares serán más pequeñas, pero el mundo debe saber que Estados Unidos va a mantener su superioridad militar con fuerzas armadas ágiles, flexibles y que están listas para una amplia gama de contingencias y amenazas", agregó.
La nueva estrategia, elaborada por el Pentágono de acuerdo con un pedido hecho por el propio Obama en abril, prevé recortes en el presupuesto de defensa por unos 450,000 millones de dólares en los próximos 10 años.
el Pentágono podría incluso ser obligado a recortar unos 600 mil millones de dólares adicionales a lo largo de la década.
El presupuesto de defensa de Estados Unidos, de más de 700 mil millones de dólares en 2012, representa 40% del gasto militar anual mundial y supera los presupuestos combinados de las 20 naciones más poderosas.
Aunque los detalles de los recortes serán anunciados a fines de este mes o a comienzos de febrero, es probable que las filas del ejército disminuyan de los actuales 570 mil soldados a 490 mil en los próximos años, según altos funcionarios del Pentágono.
Leon Panetta, el jefe del Pentágono, aseguró que "como fuerza global, nuestros militares jamás estarán haciendo solo una cosa. Nuestras fuerzas armadas serán responsables de una gama de misiones y actividades en todo el planeta, de alcance, duración y prioridad estratégica variadas".
Los infantes de marina (marines), que hoy suman 200 mil, se verán mucho menos afectados, pues probablemente sean asignados a tareas navales, cuya importancia crecerá debido al cambio de eje de la estrategia estadunidense, que pasará de Asia Central y Oriente Medio a Asia-Pacífico, como ya había sugerido Obama en la última gira que hizo a esa región en noviembre pasado.
En efecto, fue durante ese viaje que Obama anunció el despliegue de 2500 marines a una base en el norte de Australia, y que el periódico The New York Times calificó de “la primera expansión de largo plazo de la presencia militar estadunidense en el Pacífico” desde la Guerra de Vietnam (1964-1975).
El nuevo eje fue confirmado en el documento estratégico presentado el jueves. Este subraya que los intereses económicos y de seguridad de EE. UU. están “inextricablemente unidos” a la región.
“En consecuencia, para que las fuerzas militares de EE. UU. continúen contribuyendo a la seguridad global, tendremos que reequilibrarnos hacia la región de Asia-Pacífico”, indica.
El Pentágono también ahorrará dinero postergando o cancelando la compra de costosas armas, especialmente unos casi 2500 aviones de combate F-35.
La estrategia además sugiere recortes en el poderío nuclear. “Es posible que nuestras metas de disuasión puedan ser alcanzadas con una fuerza atómica menor, reduciendo el número de armas nucleares en nuestro inventario, así como su papel en la estrategia de seguridad nacional estadunidense”, añade el documento.