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BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Kirchner dejó el sábado en la mañana el Hospital Austral de Pilar, donde permaneció internada durante tres días tras ser intervenida quirúrgicamente. Lo hizo en "óptimo estado general" y con una novedad que causó alivio y también sorpresa: de acuerdo a un nuevo estudio, no padecía cáncer de tiroides sino de "adenomas foliculares", por lo que se modificó el diagnóstico anunciado en un primer momento.
El anuncio oficial fue efectuado -como sucedió en todo el período de internación- por el secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro. "El estudio histopatológico definitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides de la Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, pero descartó la presencia de células cancerígenas, modificando el diagnóstico inicial de la punción", expresó.
Frente al Hospital Austral de Pilar, el secretario de Medios de Argentina da cuenta del alta a la Presidenta, cuya licencia médica había sido prevista hasta el 24 de este mes, aunque, como no tendrá que recibir el tratamiento de yodo radiactivo, podría adelantar su regreso a la función pública.(Foto CLARÍN).
Scoccimarro precisó que, de acuerdo al nuevo diagnóstico, la jefa de Estado no deberá recibir yodo radioactivo, tal cual se había barajado en un primer momento. "La Presidenta se encuentra en óptimo estado general", expresó en medio de palabras de satisfacción de los militantes oficialistas que realizaron una vigilia frente al centro de salud.
Minutos más tarde -ya con el alta médica- la jefa de Estado abandonó el Hospital Austral. Lo hizo a bordo del helicóptero presidencial, que la trasladó a la quinta de Olivos. Al igual que a su llegada, una lona verde sirvió de cerco visual para cámaras y objetivos fotográficos. Casi en simultáneo, los militantes comenzaban a desmontar el improvisado campamento, en el que se podían ver imágenes religiosas.
Según el informe oficial, la Presidenta "descansó normalmente" durante la última noche en el hospital. Además del parte médico, Scoccimarro leyó una comunicación de la mandataria y su familia, en la que agradecieron las muestras de respaldo recibidas durante su internación. También resaltaron la labor del equipo médico (que quedó un poco en ridículo) liderado por Pedro Saco, jefe del Departamento de Cirugía; Daniel Grassi, jefe del Departamento de Medicina Interna, y Eduardo Schnitzler, director médico del Hospital Austral.
Durante los tres días que pasó en el hospital, la Presidenta prácticamente no recibió visitas: sólo lograron atravesar el cerco montado alrededor de su habitación sus hijos; su madre Ofelia, su hermana Giselle y su nuera Rocío García.