640 palabras
LONDRES, Inglaterra, Gran Bretaña.- El Gobierno británico estableció hoy martes las condiciones bajo las cuales Escocia podría celebrar un referendo de independencia del resto de Gran Bretaña (ver diferencia entre Gran Bretaña y Reino Unido), una posibilidad a la que Londres se opone con firmeza.
Cualquier consulta deberá limitarse a una pregunta sobre la independencia que se responda con un simple "sí" o "no", excluyendo la posibilidad de una opción sobre más autonomía para Escocia, y debería celebrarse lo antes posible, determinó el Gobierno.
Sólo lo que va a color es Gran Bretaña. Escocia (Scotland) haría el referéndum de independencia en 2014. En rojo, Inglaterra; en verde oscuro, Gales, y pistache, Irlanda del Norte
Además de esta consulta, el independentista Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), que encabeza un gobierno autónomo en Edimburgo, manifestó que pretende convocar otro referendo para el 2016 sobre la finalización de los 300 años de unión con Gran Bretaña.
Pero el ministro británico responsable de Escocia, Michael Moore, dijo que Londres cree que el Parlamento escocés no tiene autoridad legal para celebrar una consulta sobre la independencia.
"Es esencial que el referendo sea legal, justo y decisivo. Como Gobierno, hemos sido claros: no nos entrometeremos en la celebración de un referéndum sobre la independencia. Pero tampoco nos quedaremos quietos y dejaremos que siga la incertidumbre", dijo Moore en el Parlamento.
El Gobierno británico dijo que permitiría al Parlamento escocés llevar a cabo la consulta, pero que "debe haber una única pregunta directa y esa pregunta debe hacerse cuanto antes".
El primer ministro independentista de Escocia, Alex Salmond, sugirió que podría tener lugar entre 2014 y 2016, con el objetivo de ganar tiempo para sumar apoyo. Pero el primer ministro británico, David Cameron, no desea ver cómo Gran Bretaña se desintegra. La unión británica de Inglaterra, Irlanda del Norte, Gales y Escocia es "una de las asociaciones más exitosas de la historia mundial", dijo Cameron la semana pasada.
Escocés en traje típíco. Si algo odia un escocés, es que lo llamen inglés.
Cameron quiere mantener la unidad y sostiene que ese retraso crea una incertidumbre que está dañando las inversiones en la economía escocesa y quiere que el referendo se celebre cuanto antes. Funcionarios británicos han dicho que podría tener lugar en el plazo de 18 meses.
Escocia, que mantuvo su propio sistema legal tras la unión de 1707, dispone de gobierno autónomo desde 1999, con competencias sobre sanidad, educación y prisiones en un territorio de cinco millones de habitantes. Pero Londres sostiene que sólo el Parlamento británico puede decidir sobre la relación de Escocia con el resto del Estado británico.
El SNP ganó con mayoría absoluta las elecciones regionales de mayo del año pasado, prometiendo celebrar una consulta independentista en la segunda mitad de una legislatura que concluye en el 2016.
Según un sondeo divulgado en diciembre, realizado entre escoceses que dijeron acudirían a las urnas, el 38 por ciento apoyaría la independencia -un aumento de tres puntos respecto a agosto-, mientras que el 58 por ciento se opondría.