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El dueño del gabinete de Ivonne Ortega y verdadero factor de poder en Yucatán durante el régimen de Ivonne Ortega, merced a haber copado la mayor cantidad de los cargos más importantes en los tres poderes, ha sido Rolando Rodrigo Zapata Bello, coordinador de los diputados federales priistas y el jefe de la pandilla en el poder, que ha sido el verdadero mandatario en Yucatán en los últimos años. A continuación la historia:
Rolando Zapata fue quien verdaderamente ha gobernado Yucatán todo este tiempo
Los ochentas.- Eran inicios de los ochenta. A la facultad de derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán llegó procedente de la Escuela Preparatoria Número Uno de la referida casa de estudios, Rolando Rodrigo Zapata Bello, hijo de Ofelia Bello Paredes, proveniente de una familia afin al sistema político en turno, en la que destacó su padre Landoro en la actividad cultural y Gabriel Zapata Cabañas (a) Naxón, deportista de cierto relieve y amigo cercano de Víctor Manuel Cervera Pacheco. La amistad era tan estrecha, que Cervera y Zapata Cabañas, emparentaron a través del vínculo del compadrazgo, al fungir el extinto político dzemuleño como padrino de bautizo del menor de los hijos varones de Naxón.
De la Carranza.- Rolando provenía de una familia de clase media baja, pese a ser maestros de profesión sus padres. Junto con sus hermanos mayores Gabriel y Diana Elena, fue muchos años vecino de la colonia Jesús Carranza.
Rolando Zapata fue hechura política de su padrino, Víctor Cervera Pacheco
Compañeros y colaboradores.- Zapata Bello tuvo en su propio salón como compañeros a gente, que con el paso del tiempo se haría parte de su equipo político: Ariel Aldecua Kuk, Víctor Caballero Durán, Marcos Celis Quintal, Celia Rivas Rodríguez, Víctor Chí Trujeque, Héctor Cabrera Rivero, Javier León Escalante, Friedman Peniche, Roger Menéndez Hernández y a otros que con el transcurrir del tiempo, se integrarían, a pesar de ir algún o algunos años atrás, como es el caso de Rafael Acosta Solís, Juan Carlos Azar, Ricardo Béjar Herrera, Carlos Pavón Flores y Alejandro Góngora Méndez.
Gabriel, el estratega.- El grupo de Rolando ha sido coordinado y controlado por su hermano Gabriel, que es el cerebro, el estratega y el organizador de cuanto se hace en el seno de esta agrupación, que funciona de manera cerrada, acorde con los lineamientos de la masonería, agrupación en la que militan y con grado la mayoría de ellos, siendo quienes mayor jerarquía ostentan Gabriel y Rolando.
Sus inicios.- Inicialmente los hermanos Zapata fueron muy cercanos a Erik Rubio Barthell, pero finalmente la vinculación con Cervera Pacheco llevó a Gabriel a la Secretaría Técnica del Instituto Electoral Estatal, entonces presidido por Elena Castillo Castillo, entidad donde acomodó a sus incondicionales, principalmente Aldecua, León y Góngora. Es en el instituto electoral donde se incorporaron a este grupo gente como Mauricio Sahuí Rivero y Víctor Manuel Sánchez Álvarez.
Ismael Peraza: el rival que siempre derrotó a Rolando en la época estudiantil
La contienda para la presidencia.-Cuando se dio el momento de la sucesión del hueso Peniche, entonces presidente de derecho, contendieron como aspirantes, Zapata Bello e Ismael Peraza. Rolando, confiando en la experiencia adquirida como ganador de diferentes certámenes de declamación y oratoria, solicitó un debate, en el que confiaba en hacer pedazos al aparentemente rústico Peraza Valdez. Cabe mencionar que Rolando ignoraba que su aparentemente zafio contrincante, había sido alumno destacado y era, como él, aficionado a la oratoria. Por su propio origen popular y su identificación con el estudiantado, Peraza barrió a Rolando en tres salones, con antelación al gran debate a verificarse en el auditorio.
El ridículo.- Llegado el momento del gran debate, ante un auditorio abarrotado, el estudiantado se quedó esperando la llegada del aspirante a la presidencia, porque Rolando nunca llegó y por supuesto perdió las elecciones, siendo electo presidente Ismael Peraza Valdez. Era el primer revés y el inicio de una rivalidad histórica, que se iría acentuando, al correr del tiempo.
Ariel Aldecua: el principal mozo de estoques de Rolando
Controlando el Instituto Electoral.- En 1995, Víctor Cervera acababa de iniciar su periodo como re gobernador y designó a la ex señorita Yucatán Elena Castillo Castillo, presidenta del entonces Consejo Electoral del Estado.
Elena Castillo tuvo para garantizar el control del organismo, a un joven abogado, hijo de uno de los más cercanos amigos y compañero de correrías juveniles del cacique: a Gabriel Zapata Bello, que fungía como secretario técnico y era responsable de armar una verdadera estructura paralela de operación electoral para servir a los intereses de su padrino político.
Integrantes del consejo.- Entre los consejeros que integraban dicho colegiado, se encontraban: Francisco Villareal González, de conocidos nexos con Dulce María Sauri, Carlos Pavón Gamboa (qepd), dirigente scout discretamente vinculado al oficialismo, Ariel Avilés, de ubicua trayectoria izquierdista, Flora Alcocer, de extracción cetemista, Ignacio Puerto y Eduardo Seijo, provenientes de agrupaciones de la sociedad civil y con sólido prestigio moral. Al paso del tiempo, la consejera Flora fue sustituida por otro cetemista, el profesor William Barrera Vera.
Góngora: otro de sus personeros en el IPEPAC
Aldecua, el consentido.- Desde entonces, Gabriel Zapata llevó a instancias de su hermano, por cierto ahijado de bautizo de Cervera Pacheco, al principal mozo de estoques de Rolando: Ariel Aldecua, que inicialmente fungió como asesor jurídico del consejo electoral.
Valiéndose de su posición en la secretaría técnica, Gabriel Zapata entabló una fructífera relación con Ariel Avilés, que lo recomendó con Carlos (a) la pava Sauri en la escuela Modelo, a la que llegó como director de la recién inaugurada Escuela de Derecho. A partir de entonces, los Zapata Bello comenzaron a operar, incorporando a sus más cercanas amistades a la plantilla docente de la citada institución educativa.
Control constante.- Si bien posteriormente Gabriel Zapata renunció a la secretaría técnica del órgano electoral, para irse a coordinar la campaña a diputado local por el sexto distrito de su hermano Rolando, postulado obviamente por el PRI, esté último jamás perdió el control institucional, al entrar su personero Ariel Aldecua al relevo a la secretaría técnica, manteniéndose con esto la hegemonía zapatista.
Ariel Avilés Marín: llevó a Gabriel Zapata a la Modelo e hizo de esta escuela, un bastión zapatista
Cabe destacar que durante la presidencia de Ariel Avilés llegó a la secretaría técnica Hernán Vega, pero Rolando mantuvo incrustada a gente de su confianza como Alejandro Góngora en la secretaría de organización electoral. el actual secretario ejecutivo del IPEPAC, se quejaba de ser perseguido por Hernán Vega, a quien con todo y sus errores, la historia comienza a reivindicar.
Infiltrados.- El sello de Rolando Zapata siempre ha sido inundar el órgano electoral con sus seguidores. Así llegaron Mauricio Sahuí, Víctor Sánchez, Javier León, Antonio Téyer, José Avilés y tantos otros dispuestos a someterse a los dicterios del actual diputado federal.
Rolando no paró de maniobrar hasta que consiguió hacer de Ariel Aldecua consejero electoral, para tener garantizada la continuidad de la operación política en el órgano electoral, donde el ex secretario técnico, es el verdadero poder del IPEPAC, pues es él quien en realidad decide que se hace. Si a lo anterior aunamos el nombramiento de Alejandro Góngora como secretario ejecutivo, su control es total.
Marco Celis Quintal: otra de las imposiciones zapatistas
Es completamente el mismo objetivo el perseguido por el hoy legislador federal tricolor, al imponer como presidente del tribunal superior de justicia a Marcos Celis Quintal y hacer magistrados a Santiago Altamirano, José Rubén Ruiz e Ingrid Priego, asegurar el control del poder judicial del estado, incrustando incondicionales, más allá de su trayectoria y capacidad.
Árbitro a modo.- Lo importante a destacar es que Rolando ha concebido siempre al órgano electoral como una pieza clave en sus planes de control político y de toma del poder. Por eso mantiene un férreo control del organismo a través de sus personeros, pensando en lo conveniente de competir con un árbitro a modo, cargado a su favor. Lo anterior, demuestra que Rolando no sabe competir en igualdad de condiciones, sino que intenta siempre sacar ventaja y ganar a toda costa, sin importar las malas artes a emplear.