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EL VATICANO.- Benedicto XVI dijo el lunes que el matrimonio homosexual es una de las amenazas graves contra la familia tradicional que socavan "el porvenir mismo de la humanidad".
El Pontífice realizó uno de sus más fuertes comentarios contra el matrimonio homosexual en un discurso de año nuevo para los diplomáticos acreditados ante el Vaticano, en el que se refirió a algunos temas económicos y sociales que enfrenta el mundo en la actualidad.
El Papa dijo a diplomáticos de casi 180 países que la educación de los niños necesita "lugares" apropiados y que "el primero es la familia, fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer".
En la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano, el Sumo Pontífice se dirigió a la comunidad internacional para expresar que siente una gran preocupación por la población de los países que sufren todavía tensiones y violencias, en particular Siria, en la que espera que se ponga rápidamente fin al derramamiento de sangre y se inicie un diálogo fructífero.
"No se trata de una simple convención social, sino más bien de la célula fundamental de toda la sociedad. Consecuentemente, las políticas que suponen un ataque a la familia amenazan la dignidad humana y el porvenir mismo de la humanidad", afirmó.
El Vaticano y autoridades católicas en todo el mundo han protestado contras las medidas para legalizar el matrimonio homosexual en Europa y en otros países.
La Iglesia Católica Romana, con unos mil 300 millones de miembros en todo el mundo, predica que si bien las tendencias homosexuales no son pecado, los actos homosexuales sí lo son, y que los niños deberían crecer en una familia tradicional con una madre y un padre.
"El marco familiar es fundamental en el itinerario educativo y para el desarrollo de los individuos y los estados; por tanto, se necesitan políticas que valoricen y favorezcan la cohesión social y el diálogo", dijo Benedicto XVI a los diplomáticos.
El matrimonio homosexual es legal en la Ciudad de México, y en varias partes del mundo, como España y los Países Bajos.
Algunas iglesias que han permitido el matrimonio homosexual, ordenado mujeres sacerdote, clérigos y obispos homosexuales han perdido miembros que se acercaron al catolicismo, y el Vaticano tomó medias para facilitar su conversión.
En 2009, el Papa decretó que los anglicanos que dejaban su iglesia, muchos porque consideraban que se había vuelto demasiado liberal, pueden hallar un lugar en el catolicismo en una jerarquía paralela que les permite mantener algunas de sus tradiciones.