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Las capacidades del cerebro, como la memoria, el razonamiento y la comprensión (función cognitiva), pueden empezar a deteriorarse a partir de los 45 años de edad, según un estudio publicado en el British Medical Journal (BMJ).
El estudio, efectuado por investigadores del Univesity College London (Reino Unido), ha determinado un deterioro del 3.6% en la capacidad de razonamiento de hombres y mujeres de entre 45 y 49 años. Las conclusiones se basan en el análisis de cerca de 7000 individuos (5198 hombres y 2192 mujeres) durante un período de 10 años, a partir de 1997. Todos los participantes eran funcionarios con edades comprendidas entre los 45 y los 70 años.
Las funciones cognitivas de los participantes se evaluaron tres veces durante el período de estudio, según la memoria, el vocabulario y las habilidades de comprensión auditiva y visual -teniendo en cuenta las diferencias en el nivel de educación.
Los resultados muestran que las puntuaciones cognitivas se redujeron en todas las categorías (memoria, razonamiento, fluidez fonológica y semántica), excepto en el vocabulario, y no hubo una disminución más rápida en las personas mayores.
Asimismo, también revelan que, durante el período de estudio de 10 años, se produjo un descenso del 3.6% en el razonamiento mental en los hombres de entre 45-49 años y un descenso del 9.6% en los de 65-70. Las cifras correspondientes para mujeres fueron de 3.6% y 7.4%.
La comprensión del envejecimiento cognitivo será uno de los retos de este siglo, sobre todo si la esperanza de vida sigue aumentando, según señalan los investigadores británicos, dirigidos por Archana Singh-Manoux, del Centro de Investigación en Epidemiología y Salud Pública, en Francia. Añaden que es importante investigar la edad en que comienza el deterioro cognitivo, debido a que las intervenciones médicas producen mejores resultados en una etapa temprana del deterioro mental.
Los autores argumentan que la evidencia robusta que muestra el declive cognitivo antes de la edad de 60 años tiene importantes implicaciones, ya que demuestra la importancia de promover estilos de vida saludables, en particular, la salud cardiovascular, ya que, según nuevos estudios, "lo que es bueno para el corazón, también es bueno para la cabeza".
Los científicos añaden que las medidas y tratamientos de los pacientes que sufren de uno o más factores de riesgo para enfermedades del corazón (obesidad, presión arterial alta y niveles altos de colesterol) no sólo podrían proteger el corazón, sino también protegerlos de la demencia en la vejez.
En un editorial adjunto, Francine Grodstein, profesora de Medicina del Hospital Brigham and Women, de Boston (EE UU), afirma que el estudio "tiene profundas implicaciones para la salud pública y la prevención de la demencia".