1016 palabras
México, D.F., 22 de mayo de 2012.- Hoy me reuniré con La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, la ANUIES.
Agradezco la invitación a esa casa que no me es ajena, porque muchas veces he estado ahí con las y los rectores de las universidades y los tecnológicos públicos de México.
Les reitero mi absoluto respaldo a la agenda de las instituciones de educación superior, así como mi respeto irrestricto y defensa de la autonomía universitaria y de la libertad de cátedra.
La educación es la gran prioridad para un México mejor.
Cobertura, calidad y pertinencia. Esos son los retos que como sociedad tenemos que enfrentar con decisión.
Y la educación tiene para mí la más alta importancia porque en la generación y transmisión del conocimiento, valores y habilidades está la gran fuerza para la justicia, para la equidad social, para la inclusión, para el desarrollo y la productividad.
Educación es condición obligada para la libertad.
Como hice en su momento cuando estuve al frente de la Secretaría de Educación Pública, siempre promoveré el presupuesto federal para las universidades y tecnológicos públicos, para los institutos politécnicos, y mi propósito es realizar la reorientación necesaria del presupuesto federal para cumplir con las asignaciones que corresponden a las prioridades educativas.
No voy a prometer lo que sabemos que no es factible. Los rectores, las rectoras, han hecho durante muchos años un extraordinario esfuerzo para elevar la cobertura del bachillerato y de la educación superior con calidad y pertinencia.
Incrementar estos logros implicará grandes compromisos y la ANUIES ha responsablemente trazado una meta que creo, sin duda, vamos alcanzar un par de años antes que lo que han establecido en sus escenarios de futuro.
En este objetivo tiene gran relevancia la aplicación de presupuestos plurianuales, que den certeza a los planes de expansión de sus instituciones.
Entre las propuestas que analizaré hoy en ANUIES debo destacar las siguientes:
1. Para garantizar que el bachillerato deje de ser cuello de botella y nutra cabalmente la demanda creciente de educación superior, me comprometo a lograr cobertura universal en el nivel medio superior en el año 2018, y no en 2022 como lo prevé el reciente decreto que eleva a rango constitucional la obligatoriedad de este nivel educativo.
Para lograrlo, me comprometo a construir 1,500 escuelas nuevas de bachillerato antes de 2018, consolidando los criterios de calidad que ya hemos establecido para la evaluación de docentes y directores.
2. Impulsaré una ampliación significativa de las oportunidades educativas de tipo superior. Aumentaré la cobertura total de 35 a 50 por ciento en el ciclo 2018-2019. Esto significaría incrementar la matrícula actual en casi un millón y medio de estudiantes. Para lograrlo es necesario:
Crear 150 nuevas instituciones públicas de educación superior a lo largo y ancho del territorio nacional. Cada una de las nuevas instituciones tendría una capacidad de entre 3 y 5 mil estudiantes.
Quiero destacar que la UNAM, el Politécnico y las Universidades Públicas Estatales contarán con el apoyo que requieran para instalar nuevos campus en las ciudades pequeñas e intermedias del país.
Por supuesto, fortaleceré la recién creada Universidad Abierta y a Distancia de México y ampliaré su matrícula de más de 50 mil estudiantes en 2012 a cerca de 150 mil para 2018. Para lograrlo, crearé al menos 130 Centros de Acceso Universitario en todo el país, que se sumarán a los 170 ya existentes.
3. Me comprometo a duplicar el número de becas de educación superior, de 800 mil en 2012 a 1.6 millones para el 2018, para garantizar que todos los jóvenes universitarios que lo necesiten cuenten con este apoyo, con su esfuerzo y su mérito.
4. Para apoyar la permanencia escolar, además de más becas, vamos a abrir una cuenta bancaria escolar, en que cada niño reciba un depósito a lo largo de los años para respaldar su educación técnica o universitaria en su momento.
5. Impulsaré mecanismos y acciones, como la expansión de las estancias infantiles, para que los jóvenes que han dejado sus estudios, principalmente las mujeres, tengan nuevas oportunidades de regresar a sus estudios y de iniciar con sus labores de bachillerato y universidad.
6. Para enfrentar con éxito los desafíos de la educación superior, es imprescindible impulsar de manera prioritaria la agenda del financiamiento de la educación superior.
Por ello, destinaré el 1 por ciento del PIB al sector científico y tecnológico del país.
Vamos a incrementar el financiamiento federal y estatal a las instituciones públicas dedicadas a la educación superior, la investigación y la difusión de la cultura para pasar de alrededor de 1 por ciento del PIB al 1.5 por ciento en el año 2016.
Como Presidenta de México las universidades y tecnológicos tendrán una amiga y una aliada, porque nos conocemos y nos conocemos muy bien, porque hemos trabajado para construir propósitos y anhelos comunes y lo hemos logrado.
Lo volveremos a hacer y ahora desde la Presidencia de México.
México no debe ni puede desaprovechar el talento y la energía de los jóvenes, su creatividad, su vocación innovadora. Es el tiempo de los jóvenes, es el México de y para los jóvenes.
Esta es nuestra responsabilidad con la juventud y por supuesto con México. Boletín de la candidata panista a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota.