Ivonne Ortega opaca a los edificios y calles rescatadas del Centro Histórico

La "callejoneada", sólo una excusa más para su egolatría

Era su gran día. Después de varios meses de estar bajo polvo y de permanecer aislados de los ciudadanos, por los trabajos de rescate hechos por el gobierno del Estado con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los edificios del Centro Histórico lucirían oficialmente sus nuevas fachadas y la iluminación ante los meridanos. Para tal fin, el Ejecutivo estatal anunció la realización de una "callejoneada" en la que se podría observar el cambio de fisionomía que las calles y los edificios del Centro Histórico experimentaron en los útimos meses. Al menos, ese era el objetivo.

Pero, lo que ocurrió fue distinto a lo anunciado.

Contratan a trovadores para cantar a Ivonne

Alrededor de las ocho de la noche, trovadores se alistaron en el arco de la calle 61 con 50 para dar inicio a la "callejoneada". Sólo esperaban que la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco encabezara el contigente de funcionarios estatales y municipales que realizarían el recorrido por las calles y edificios rescatados. Cuando finalmente la caminata iba a empezar, los músicos tocaron las notas de la primera canción de la noche.

Dividiendo en dos grupos, abrieron paso a la jefa del Ejecutivo estatal mientras cantaban "reina de reinas, cuando tu pasas, todas las flores dan su fragancia". Ivonne Ortega, sonrió satisfecha. Su ego, alimentado por la canción, la hizo caminar más erguida que de costumbre.

Ivonne Ortega Pacheco y su comitiva de funcionarios estatales y municipales se detienen para admirar uno de los edificios con nueva fachada.

Demostración de reporteros y medios "maiceados"

Los fotográfos y reporteros de los medios "maiceados" por el gobierno estatal, centraron toda su atención en la funcionaria estatal y en su comitiva. Los edificios, esos que eran el supuesto objetivo de la "callejoneada", fueron lo menos importante.

Ivonne Ortega continuó avanzando. Los músicos van quedando atrás de la comitiva, sin embargo, su canto sigue escuchándose. Su segunda pieza musical fue "Peregrina". La dzemuleña, se siente aludida y camina más erguida que antes. Los fotográfos y camarográfos continúan atentos a sus movimientos.

La gente que la ve pasar y la reconoce se pregunta qué es lo que la gobernadora hace ahí a esa hora. El motivo del evento no es nada claro para ellos.

La gobernadora avanza en calles iluminadas por las lámparas colocadas por el Ayuntamiento de Mérida, a cargo en ese entonces de Angélica Araujo Lara, ahora candidata a senadora; lámparas cuya luz no es suficiente para apreciar las fachadas de los edificios con su nueva pintura. Las iluminación colocada para resaltar detalles de los inmuebles es insuficiente para apreciarlos.

Los supuestos protagonistas de la callejoneada, los edificios con nuevas fachadas e iluminación especial, opacados por Ivonne Ortega Pacheco.

Como artista de telenovela

En el cruce de la calle 61 con 56, que se encuentra más transitada, más gente se sorprende de verla en la calle a esa hora de la noche y con tanto funcionario y medios de comunicación. Se paran en una de las aceras para darle paso a la comitiva, pero Ivonne Ortega no pierde tiempo para derrochar vanidad. Se acerca a la gente y las saluda de beso, consciente de que todos los fotográfos y camarográfos están captando ese momento.

Como si fuera una artista de cine o de televisión, no duda en llamar a algunas de las personas que la ven desde la acera para que "aprovechen" y se tomen la "foto del recuerdo" con ella. No importa que la comitiva espere, ella siente que tiene tiempo para sus "fans".

Algunos reporteros, alejados de ella, murmuran entre sí: “... payasa y cínica. No tiene vergüenza.” La realidad es que no todos la quieren, como ella cree. Hay gente que sólo la mira haciendo desfiguros y posando como si fuera una gran diva del espectáculo.

Un divo de la política

La callejoneada continúa. Se suma a la comitiva estatal y municipal otro de los divos de la política: Jorge Esma Bazán, director general del Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos del Estado de Yucatán (CULTUR) y responsable de la construcción del "Gran Museo de la Civilización Maya", al que el investigador del Instituto de Antropología e Historia (INAH), José Luis Sierra Villareal, ha calificado como una obra edificada sólo para saciar la sed de egolatría de la gobernadora.

Luego de caminar varias calles, los funcionarios se detienen en el pasaje Emilio Seijo. Ahí la gobernadora devela una placa conmemorativa de los trabajos de rescate del lugar. Posteriormente, el conductor del evento protocolario le pide que coloque en un agujero, hecho a propósito en el piso, una "cápsula del tiempo", que es, en realidad un recipiente cilíndrico de metal en que se han colocado notas periodísticas relacionadas con los trabajos del Centro Histórico, para que queden como constantancia de la labor del Ejecutivo Estatal.

La gobernadora enterrando en el Pasaje Emilio Seijo, la famosa "capsula del tiempo" para conmemorar los trabajos de rescate del Centro Histórico.

Ivonne Ortega continúa con su recorrido. Luego de verla pasar, alguien exclama en voz baja: “la que debería haberse enterrado ahí es ella.”

¡Bye, bye poste!

Su próximo punto en la "callejoneada" es la 63 con 62 para atestiguar el retiro de uno de los postes, de los muchos que se quitarán de las aceras para ser sustituidos por cableado subterráneo. Su caminar la lleva a pasar por un costado de la Plaza Grande, donde una de las nuevas lámparas colocadas por Angélica Araujo se encuentra apagada. Esa luminaria forma parte del cambio que Nerio Torres Arcila, candidato del PRI a la alcaldía de Mérida, defiende, a pesar de las obvias deficiencias de las lámparas en toda la ciudad.

La calle 63 con 60 donde minutos después pasaría la gobernadora como parte de su recorrido por el Centro Histórico, con una lámpara, de las colocadas por Angélica Araujo, apagada, como otras muchas de la ciudad.

Cuando finalmente, la gobernadora llega al lugar donde se retirará el poste, sus únicas palabras son: ¡bye, bye poste!

Sigue su camino. Después de más de una hora de recorrido, llega al Pasaje de la Revolución, donde una orquesta infantil la recibe con música. Ivonne Ortega Pacheco toma asiento en la primera fila. Continúa posando para las fotos y las cámaras. Llegó el fin de la ruta de la egolatría, pero para ella, ésta continuará hasta el último día en el gobierno del Estado. L.I.