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FLORIDA, 22 de mayo.- Un cohete Falcon 9 ha despegado esta madrugada desde Cabo Cañaveral con la cápsula no tripulada «Dragon», la primera perteneciente a una empresa privada que abastecerá a la Estación Espacial Internacional (ISS). La nave llevará casi 500 kilos de alimentos a los astronautas de la plataforma, a donde llegará en un viaje de cuatro días. El lanzamiento es un hito y una prueba de fuego para la privatización parcial del programa espacial impulsada por la administración del presidente Barack Obama.
La misión comenzó, como estaba programado, a las 07.44 GMT cuando la ISS orbitaba a unos 400 kilómetros sobre el Atlántico Norte, según ha informado la agencia espacial estadounidense NASA. Unos 180 segundos después del lanzamiento el segmento con los motores se separó y cayó a tierra, y se encendieron los propulsores de la segunda etapa.
Lanzamiento del cohete Falcon, que transporta la cápsula «Dragon». (Red Huber/Orlando Sentinel/MCT/Zuma Press)
A los nueve minutos de vuelo, la cápsula se separó del segundo segmento del cohete Falcon 9 y quedó en su propia órbita, donde desplegará sus pantallas de captación de la energía del Sol y la navegación dependerá de sus propios cohetes de dirección.
En el tercer día de la misión «Dragon» encenderá esos cohetes para una primera pasada a unos 2.5 kilómetros por debajo de la ISS, lo cual dará la oportunidad a los seis ocupantes actuales de la estación orbital de observar la nave visitante. Un día después, la cápsula volverá a encender sus motores de dirección y empezará a aproximarse a la ISS a la cual se acoplará.
Al quinto día, los residentes de la estación abrirán la escotilla de la bodega de la Dragon y comenzarán a desembarcar la carga, que incluye 460 kilogramos de alimentos. Está previsto que la cápsula pase 18 días atracada en la plataforma orbital.
El pasado sábado, el lanzamiento de la nave espacial privada «Dragon» tuvo que ser abortado a un segundo del despegue al descubrirse un exceso de presión en la cámara del motor 5 del cohete en el que se encuentra alojada, según informó la compañía SpaceX, una de las empresas responsables de la operación.
La agencia espacial estadounidense depende desde el fin de los vuelos de los transbordadores espaciales de los cohetes europeos, japoneses y sobre todo rusos para sus viajes a la ISS. Ahora, en lugar de invertir en nuevas naves de ese tipo, Washington invierte unos 3000 millones de dólares al año en un programa de cohetes capaces de llevar astronautas a la Luna, a un asteroide y, en un futuro, a Marte. Además, invierte en cinco compañías privadas -SpaceX, Orbital Sciences Corp, Boeing, Sierra Nevada Corp y Blue Origin- en programas para el transporte de carga y de pasajeros.
Estas empresas aportan su parte de financiación y reciben pagos cada vez por objetivo. Así, SpaceX ha recibido hasta ahora 381 millones de dólares por su programa de transporte hasta la ISS cuyo máximo logro fue el lanzamiento en diciembre de 2010 de la cápsula 'Dragon', que completó la órbita terrestre antes de reingresar a salvo a la superficie.
En este segundo vuelo, SpaceX pretende aunar dos vuelos experimentales en uno para que el «Dragon» alcance la ISS, lo que le garantizaría un nuevo pago de 15 millones de dólares de la NASA y un nuevo contrato de 1600 millones de dólares para una nave de carga que llegue a la estación. (ABC)