840 palabras
Timothy Herrmann informa sobre el documento previo a la revisión de veinte años que se realizará en la conferencia de Río sobre el medio ambiente. Analiza el modo en que se utiliza la lengua para ofuscar asuntos y cómo parecemos luchar por las cosas más estúpidas. Por estúpidas que sean, no obstante, los riesgos en torno a unas pocas palabras, e incluso sílabas, son muy altos.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés) saca partido de la próxima conferencia Río+20 a celebrarse en junio para promover el control demográfico y los derechos reproductivos como ejes del desarrollo sostenible y de la erradicación de la pobreza.
En una sesión informativa realizada la semana pasada, justo antes de la segunda ronda de negociaciones informales, el UNFPA tildó al crecimiento de la población como el principal obstáculo para lograr el desarrollo sustentable y reconoció el incremento del acceso a los derechos y servicios reproductivos como la solución.
Ann-Brigitte Albrectsen, Directora Ejecutiva Adjunta del UNFPA, advirtió a los países: La población mundial ahora ha superado ampliamente la marca de los 7 mil millones y continuará aumentando en miles de millones más. Los esfuerzos para mejorar mucho más la calidad de vida de tan enorme y creciente población a la vez que se garantiza el uso sostenible de recursos esenciales y finitos es el mayor desafío de la actualidad.
El asesor económico del UNFPA Michael Herrmann en seguida recordó a los representantes de los países en desarrollo con poblaciones en aumento: La demografía no es el destino. Insistió en que para lograr el crecimiento económico, erradicar la pobreza y poner freno al cambio climático era esencial que limitaran el crecimiento de la población.
Siguiendo el ejemplo de Herrmann, durante la reunión, los representantes del UNFPA imploraron a los países que hicieran lobby por la inclusión de la dinámica poblacional junto con la salud y los derechos reproductivos en el documento resultante y que no los vieran como cuestiones aisladas.
Tales son los obtusos modos de las negociaciones de las Naciones Unidas. ¿Qué significa dinámica poblacional? ¿Qué implica este término cuando se lo relaciona con otros como salud y derechos reproductivos?
La expresión dinámica poblacional se usa poco en los documentos de la ONU y apareció por primera vez en el documento original del El Cairo y más tarde en la Agenda 21 de la Conferencia de Río sobre el medio ambiente. La unión de este término con el de salud y derechos reproductivos en el nuevo documento suscitó entre las delegaciones la inquietud de que esta sea una nueva clase de truco para promover el control demográfico.
Colaboradores proabortistas del UNFPA como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Noruega y Suiza tuvieron en cuenta los pedidos del Fondo de Población y presionaron fuertemente este mes durante las negociaciones, para incluir ambos términos juntos en el texto, lo cual despertó mayores sospechas.
La Santa Sede y Malta se opusieron a la inclusión de dichas expresiones, que en este momento aparecen múltiples veces en el documento y pueden o no ser incluidas en el documento final que será acordado en Río el próximo mes de junio.
Incluso si los términos no se incorporan en el documento final, parece poco probable que la estrategia de derechos reproductivos del Fondo de Población vaya a cambiar de un momento a otro. Como lo manifestó recientemente el Director Ejecutivo del UNFPA, el dr. Babatunde Osotimehin, en el informe anual de ese organismo sobre el Estado de la Población Mundial, son las inversiones las que empoderan a los individuos para tomar sus propias decisiones, que tendrán gran impacto en tendencias demográficas como el crecimiento de la población y que determinarán la dinámica poblacional.
De modo que gran parte de lo que acontece en la ONU es debate en torno a un lenguaje oscuro coloreado por la desconfianza entre delegados y burócratas sobre las intenciones y el significado de las palabras y de las frases.
El objetivo de muchos representantes es insertar términos imprecisos lo antes posible, dejarlos indefinidos y definirlos posteriormente como aspectos de nuevas normas internacionales que dicen que los gobiernos están legalmente obligados a obedecer.
Lo que está claro en las actuales negociaciones es que, contra todas las pruebas, el UNFPA y demás actores de la ONU creen que el mundo está peligrosamente superpoblado, que los índices de fertilidad todavía son demasiado elevados y que deben ser reducidos. Esperan utilizar el documento que se está negociando para alcanzar este objetivo.