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LONDRES, 27 de julio.- Empezar pidiendo perdón por un error imperdonable es el peor escenario para el Comité Organizador de unos Juegos Olímpicos, la gran parada del deporte universal, pero si la confusión se produce entre dos países en guerra el fallo adquiere dimensiones de pesadilla.
El LOCOG (Comité Organizador de Londres 2012) ha estrenado la competición olímpica con una admisión de culpa seguida de una presentación de disculpas a la delegación norcoreana para atajar la amenaza de un incidente diplomático, el primer día de competición.
El desconcierto cundió entre jugadoras y técnicos del equipo femenino de Corea del Norte cuando, al ser presentadas las futbolistas en el estadio de Glasgow, antes del partido contra Colombia, contemplaron en los videomarcadores, junto a su foto, la bandera de Corea del Sur.
Puestos a trocar las enseñas, los organizadores de Londres habían resuelto llevar su confusión al grado máximo: mostraron justamente la bandera del país con el que el Gobierno de las protagonistas está oficialmente en guerra.
En Pyongyang, Kim Jong Un, líder de Corea del norte, posa con jóvenes militares en el 59 aniversario del final de la Guerra de Corea. (Kcna/Xinhua/Zuma Press)
"Claramente, fue un error. Pedimos disculpas al equipo y al comité olímpico nacional y adoptaremos las medidas para asegurar que esto no vuelva a ocurrir", confesó el LOCOG. Para entonces el partido entre Corea del Norte y Colombia había empezado, pero con 65 minutos de retraso.
La frecuencia con que se producen en el deporte mundial errores similares confirma que la meticulosidad no está, precisamente, entre las cualidades de los encargados de gestionar himnos y banderas en los estadios.