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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de julio.- El Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), tras analizar el genoma completo de cáncer de mama, logró descifrar una extraña mutación (AKT3) que provoca que los tumores sean imposibles de controlar con terapias convencionales, alteración antes no reportada en la medicina que propicia un crecimiento desenfrenado de las células malignas en el tejido afectado.
El hallazgo fue posible gracias a la alianza que hizo en 2010 el Inmegen con el Instituto Carlos Slim de la Salud y el Broad Institute, un organismo creado por Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
Con 65 millones de dólares otorgados por la Iniciativa Slim en Medicina Genómica, especialistas de EU y México lograron en dos años decodificar por primera vez la mutación AKT3 de un cáncer de mama intratable que aparece no necesariamente por predisposición genética, sino que influye también en su desarrollo el medio ambiente y los hábitos alimenticios.
Matthew Meyerson, del Broad Institute, comentó que la investigación contempló a 178 mujeres (70 de México y 108 de EU) que por las características de su patología no existe un tratamiento para ellas.
El también profesor de patología en el Dana-Farber/Harvard Cancer Center explicó que el descubrimiento abre la posibilidad de efectuar un diagnóstico preventivo desde niñas para evitar el desarrollo de células malignas, así como de generar fármacos exclusivos contra la enfermedad cuando presenta dicha mutación genética.
“Logramos crear métodos de detección de mutación y alteraciones genómicas usando tecnología de alta resolución, pero se requerirá de 10 a 15 años para desarrollar las terapias farmacológicas específicas, con las que además se requerirá hacer diversos ensayos clínicos”, acotó Meyerson.
En el caso de México, abundó Alfredo Hidalgo, investigador y encargado del proyecto en el Inmegen, se analizaron 70 muestras de células malignas y de tejido normal adyacente al cáncer de mama en etapas muy avanzadas, con tumores de 3 a 4 centímetros y cuyas mujeres han sido tratadas en el Instituto Nacional de Cancerología, y hubo mujeres sanas que también participaron para ampliar el estudio.
“Nosotros analizamos el tejido tumoral y el normal, y de ahí adquirimos varias moléculas, una de ella es el DNA y otro el RNA, el primero lo podemos ver como el encargado de archivar la información de la célula. Cuando hay cáncer, sabemos que ese archivo comienza a desordenarse, a perder segmentos y a tener más copias, ésa es una característica del padecimiento”, explicó Hidalgo.
Las células, abundó, por lo regular tienen 23 pares de cromosomas, pero con el cáncer hay pérdidas y ganancias de ciertos segmentos del genoma, eso hace que la célula se descontrole y se produzca malignidad. Un aspecto interesante es que las mexicanas desarrollan dicho padecimiento 10 años antes que las estadunidenses.
En los nuevos estudios también se detectó que la AKT3 es una mutación que se encuentra en algunos casos de linfoma, y ahora ya se pueden usar los medicamentos existentes y buscar nuevos desarrollos para bloquear las funciones malignas.
La investigación mexicana, precisó Hidalgo, contribuirá a establecer en un futuro si una menor tiene posibilidad de desarrollar durante la edad adulta ese tipo de cáncer de mama incurable y con ello tomar medidas preventivas.
“Si no se tienen antecedentes familiares, se puede hacer algo para buscar esos genes de susceptibilidad, claro, ahora no tenemos el conocimiento suficiente para estas pruebas”, acotó el especialista.
En un simposio internacional celebrado ayer, Manuel Betancourt, de la Iniciativa Slim en Medicina Genómica, comentó los resultados de la investigación publicados en la revista Nature, además de que aclaró que continuará hasta 2015, año en el que darán informes mayores de los siete cánceres de mama que se están decodificando.
“Un aspecto interesante es que antes costaba millones de dólares descifrar un genoma y obtener resultados en tres meses, con la tecnología que estamos aplicando se invierten mil dólares y los resultados se obtienen en horas. Estos avances tecnológicos los tenemos en México y nos han permitido encontrar mutaciones que ya se han descrito en algunos linfomas. Ahora estamos a las puertas de encontrar las terapias de curación y tratamiento, de aumentar la sobrevida de las mujeres”, puntualizó Betancourt.
El representante de la Iniciativa Slim recordó que el ser humano cuenta con 25 mil genes que producen proteínas y estas a su vez efectúan las funciones vitales de mensajería de una célula a otra del organismo; cuando una de ellas está defectuosa provoca alteraciones en las que se detectó “que hasta el medio ambiente, la dieta o los contaminantes son factores”, concluyó.
Cifras en México
--En México el cáncer de mama es, desde hace 13 años, la primera causa de muerte de mujeres a pesar de que es tratable si se detecta a tiempo.
--De acuerdo con Alfredo Hidalgo, cada 20 minutos hay dos decesos de mexicanas, muchas de ellas muy jóvenes y en edad productiva.
--En el Inmegen se instalaron tecnologías que permiten descifrar por primera vez todo el genoma del cáncer y no solo algunos genes.
--Otro logro de la alianza del Inmegen con el Broad Institute fue el estudio de las causas genéticas del cáncer de cabeza y de cuello revelando un camino completamente nuevo a nivel celular que no se había conectado antes con la enfermedad. (MILENIO)