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Por Mari Tere Menéndez Monforte
Estos días de Sede Vacante, marzo 2013, se ha difundido una nueva embestida contra la Iglesia Católica: Serge Larivée, Carole Sénéchal y Geneviève Chénard, adscritos a las Universidad de Ottawa y Montreal, han publicado un 'estudio' titulado Les côtés ténébreux de Mère Teresa (traducido como 'Madre Teresa, cualquier cosa menos una santa'), buscando destruir el legado de la Beata fundadora de la congregación de las Misioneras de la Caridad y ganadora del Premio Nobel de la Paz, mujer que dedicó su vida a ayudar a los más pobres entre los pobres de manera totalmente desinteresada.
El estudio busca desprestigiar todos los aspectos de la obra de la Madre Teresa de Calcuta, atacando el cuidado que recibían los enfermos en las misiones, los contactos políticos de la religiosa, su manejo de los recursos que recibió a lo largo de los años para servir a los más necesitados y sus posturas en cuestiones como el aborto, la anticoncepción y el divorcio.
Un estudio publicado en la revista 'Studies in Religion / Sciences religieuses', llega a la conclusión de que la imagen de la madre Teresa de Calcuta es una fabricación que no responde a la realidad, que le gustaba ver sufrir a los demás mientras ella se trataba en EE. UU. y que su proceso de beatificación no es más que una campaña vaticana de relaciones públicas.
El supuesto análisis de las 517 misiones que realizó la monja albanesa a lo largo de toda su vida, sin importar los problemas de salud que padeció los últimos años, arrojó que éstas fueron descritas como 'casas de la muerte', debido a que médicos describieron una falta de higiene, alimentación precaria, falta de medicamentos y condiciones no aptas, sin tomar en consideración que dichas misiones se realizaron en lugares abatidos por la extrema pobreza y fueron el único refugio, el único recurso, para miles de pobres que recibieron la sanación física y espiritual de las hermanas.
Debido a que la fundación que dirigía nunca tuvo problemas de dinero, los que la calumnian dicen que la concepción del sufrimiento de la Madre Teresa la hacía considerar hermoso el 'ver a los pobres aceptar su muerte', sufriendo como lo hiciera Cristo.
Los de Montreal la acusan, sin evidencia concreta, de permitir que los enfermos bajo su cuidado sufrieran a pesar de haber podido aliviar su dolor.
El estudio ha generado gran polémica a solo días de su publicación, especialmente debido a que durante este último mes la Iglesia Católica se ha visto duramente cuestionada por críticos, vaticanistas falaces que aprovechando casos específicos y aislados de abusos por parte de obispos (los cuales reciben mayor atención debido a la sucesión papal), buscan destruir no sólo a los abusadores sino desprestigiar de manera sistemática y general a la Iglesia y a todos sus líderes, en esta ocasión enfocando sus ataques contra la Madre Teresa de Calcuta, considerada por cientos de millones de personas alrededor del mundo, tanto católicos como no católicos, como un símbolo histórico de la bondad, la misma que la llevó a fundar la congregación de las Misioneras de la Caridad, la bondad y el amor de Dios.
Cabe mencionar que las posiciones relativas al aborto, los anticonceptivos y el divorcio sostenidas por la religiosa son las mismas dictadas por Su Santidad Juan Pablo II y seguidas por los fieles católicos para defender la santidad de la vida y la unidad de la familia, valores que no deben degradarse ni comprometerse por modas pasajeras ni están subordinados a consensos.
Un extracto de la biografía de la Madre Teresa en el portal de la Santa Sede describe a la beata en un solo párrafo:
'Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios.
'Pero existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz sólo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor.
'Ella misma llamó “oscuridad” a su experiencia interior. La “dolorosa noche” de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres'.
Cabe mencionar que la orden fundada por la beata tiene actualmente miles de integrantes que están presentes en orfanatos, hospicios y centros de sida alrededor del mundo.