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NUEVA YORK, 8 de marzo.- Corea del Norte amenazó ayer con lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos, pero el Consejo de Seguridad de la ONU desoyó la advertencia y aprobó más sanciones contra el gobierno de Pyongyang por su reciente ensayo atómico.
Un portavoz del Ministerio del Exterior norcoreano acusó a Washington de querer una guerra nuclear, según informó la agencia de noticias DPA.
El gobierno de Pyongyang reaccionó de manera anticipada a la decisión del Consejo de Seguridad, amenazando hoy de nuevo a Estados Unidos con "un ataque nuclear preventivo" por impulsar las nuevas penalidades de Naciones Unidas.
Lanzamiento de un Taepodong-2, misil balístico norcoreano. Corea del Norte posee un gran poder militar que, si bien es incapaz de cumplir su amenaza de un ataque preventivo contra Estados Unidos, tiene la capacidad de golpear a Corea del Sur. (REUTERS/ KRT)
Los acontecimientos constituyen una nueva escalada en la crisis con el país comunista, que también acusó a la Casa Blanca de estar "a punto de iniciar una guerra atómica" que los llevará a reaccionar "para proteger nuestro supremo interés".
Pese a las amenazas, horas más tarde, en Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó, a instancias de Estados Unidos y China, el principal aliado y benefactor de Corea del Norte, nuevas sanciones contra Pyongyang en respuesta a su ensayo nuclear de febrero.
Los quince miembros del máximo órgano de decisión de las Naciones Unidas aprobaron una nueva resolución que endurece las sanciones que afectan a Corea del Norte por su programa nuclear y que profundiza con nuevas restricciones, especialmente de índole financiera.
Entre otras medidas, la resolución sanciona por primera vez las "actividades ilícitas del personal diplomático" norcoreano, las relaciones exteriores de sus bancos y las "transferencias ilícitas de dinero en efectivo", y endurece las restricciones de viaje a funcionarios norcoreanos.
Japón, separado por menos de 1,000 kilómetros de mar y un objetivo frecuente de la ira de Corea del Norte, también está al alcance de los misiles de corto y medio alcance de Pyongyang. (DPA/ KCNA)
"Fuimos muy claros, estamos unidos en pedir que Corea del Norte cumpla con sus obligaciones internacionales o afrontará más presión y aislamiento", afirmó tras la votación la embajadora estadounidense, Susan Rice, quien reiteró que la comunidad internacional comparte el objetivo de la desnuclearización de la península de Corea.
Rice advirtió a Pyongyang que no logrará nada si continúa adelante con sus "amenazas" y provocaciones", salvo un "mayor aislamiento internacional" y nuevos sufrimientos para el pueblo norcoreano, por lo que instó a Corea del Norte a cumplir sus obligaciones internacionales y "optar por el camino de la paz".
Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, aclamado por sus soldados. (REUTERS / KRT)
Corea del Norte ha respondido de manera inmediata a las nuevas y duras sanciones aprobadas el jueves por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el país asiático en respuesta a la prueba nuclear que llevó a cabo el mes pasado. Pyongyang ha roto este viernes todos los pactos de no agresión con el Sur, ha anulado las líneas directas de comunicación con Seúl y ha renovado sus amenazas. El jueves, había advertido que podría llevar a cabo un ataque nuclear preventivo contra Estados Unidos y Corea del Sur.
Corea del Norte “deroga todos los acuerdos de no agresión alcanzados entre el Norte y el Sur”, ha asegurado el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea (CRPK, en sus siglas en inglés) en un comunicado difundido por la agencia oficial KCNA. Un pacto firmado en 1991 fijaba la resolución pacífica de las disputas y la prevención de escaramuzas militares accidentales. El CRPK ha afirmado que este pacto quedará sin validez el lunes, el mismo día que Pyongyang ha amenazado con anular el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953), pero que nunca se convirtió en un tratado de paz definitivo.
El anuncio también informa al Sur de que “cortará inmediatamente la línea de comunicación directa Norte-Sur” y cerrará el punto de intercambio de Panmunjom, en la zona desmilitarizada. La línea, que fue creada en 1971, ha sido cancelada en cinco ocasiones por Pyongyang desde entonces, la última de ellas en 2010. (DPA / EL PAÍS / REUTERS)
En números, las fuerzas militares de Corea del Norte son formidables, muchos más grandes que las de su vecino sur, en personal y equipamiento. Los 1.2 millones de soldados de Corea del Norte ensombrecen a las 640,000 tropas surcoreanas, que cuentan con el respaldo de 26.000 estadounidenses de una base ubicada en el país. Sin embargo, la capacidad de Pyongyang no es la que sugieren las cifras. Una Corea del Norte empobrecida no tiene la capacidad de un Ejército convencional para enfrentar una batalla, por lo que se ha enfocado en las armas nucleares y los misiles balísticos, dijeron expertos a Reuters. (AFP/KCNA)