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WASHINGTON D.C., 7 de marzo.- El diario The Washington Post ha exigido este martes en un editorial que se lleve una investigación internacional sobre la muerte del disidente cubano Oswaldo Payá. En una entrevista concedida al mismo periódico y que se publica junto al editorial, Ángel Carromero, el dirigente de Nuevas Generaciones del PP que conducía el coche en el que falleció Payá y que fue condenado a cuatro años de prisión por homicidio imprudente por ese siniestro, ofrece una versión distinta a la que reconoció ante las autoridades cubanas que sugiere que la muerte de Payá fue provocada.
La familia del fallecido disidente cubano Oswaldo Payá se ha mostrado "satisfecha" por la primera declaración pública del dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, Ángel Carromero Recuadro), aunque ha advertido de que lo que éste ha contado en su entrevista con The Washington Post no revela "nada", sino que "refuerza" lo que ya sabían.
En la entrevista, la primera que concede Carromero a un medio de comunicación tras ser extraditado de Cuba y obtener el tercer grado penitenciario en España, el dirigente popular asegura que la muerte de Payá no se debió a un accidente sino que el coche que él conducía fue embestido por un vehículo con distintivo del Gobierno cubano que lo sacó de la carretera. “Oswaldo y Harold me dijeron que debía tratarse de ‘la Comunista’ porque tenía una matrícula azul, que es la que decían que utilizaba el Gobierno”, asegura en la entrevista al diario estadounidense.
“La única solución posible es iniciar una investigación internacional e independiente sin las taras propias de las prácticas brutales del régimen castrista”, dice el editorial del Post. El periódico exige que se revele la verdad sobre la muerte de Payá, especialmente al pueblo cubano “para el que Payá aspiraba nada menos que a que pudiera disfrutar de su derecho de vivir libre de cualquier tiranía”.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, se desmarcó este miércoles de la nueva versión de Carromero y aseguró a los medios de comunicación españoles que “no tenía constancia” de que el coche que conducía el dirigente del PP hubiera sido embestido. Lo único que le consta a Margallo, según ha indicado, son los telegramas remitidos a Madrid desde la Embajada española en La Habana y el acuerdo firmado por el cónsul español para garantizar la extradición de Carromero a España el 28 de diciembre del año pasado.
Para The Washington Post, las nuevas revelaciones de Carromero —en las que asegura que fue drogado tras el accidente, que le obligaron a declarar bajo amenazas que nadie embistió el coche que conducía y que el juicio por el que fue condenado a cuatro años de prisión por el homicidio imprudente de Payá fue una farsa—, son “un testimonio que sugiere poderosamente que agentes del Gobierno de Castro querían matar a Payá y que trataron de encubrir su asesinato”.
Carromero, de 27 años, conducía el coche en el que el pasado 22 de julio fallecieron Oswaldo Payá y otro disidente cubano, Harold Cepedo. Tras ser condenado en Cuba a cuatro años por el homicidio involuntario de Payá y Cepedo, Carromero fue extraditado a España donde, a principios de enero de este año, se le concedió el tercer grado penitenciario. Hasta ahora, siempre había sido la familia de Payá quien había sostenido que la muerte del disidente no fue provocada por un accidente de tráfico. (EL PAÍS)