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CIUDAD DE MÉXICO, 7 de marzo.- La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió, por primera vez, que usar las expresiones “maricón” y “puñal” en notas y artículos periodísticos no está protegido por la libertad de expresión y usarlas puede dar lugar a demandas por daño moral.
La SCJN ordenó a un tribunal colegiado que analice de nueva cuenta una demanda entre dos periodistas de Puebla que data de 2010, quienes utilizaron dichas expresiones para criticar su labor profesional.
“Las expresiones homófobas, esto es, el discurso consistente en inferir que la homosexualidad no es una opción sexual válida, sino una condición de inferioridad, constituyen manifestaciones discriminatorias, ello a pesar de que se emitan en un sentido burlesco, ya que mediante las mismas se incita, promueve y justifica la intolerancia hacia la homosexualidad”, afirmó la mayoría de ministros, quienes votaron 3 a 2 sobre que el uso de estas expresiones en el contexto de una disputa entre los periodistas fue una conducta discriminatoria que provocó daño moral al destinatario.
Los términos homófobos en el periodismo amarillista son variados y el fallo de la Suprema Corte de Justicia establece que su uso ya no está protegido por la libertad de expresión.
La Corte consideró que la preferencia sexual “no puede constituirse en un elemento válido para criticar la labor periodística” de un determinado grupo de personas, pues tal opción representa un aspecto irrelevante para la realización de esa labor.
La Primera Sala también reconoció que ciertas expresiones que en abstracto pudieran confirmar un discurso homófobo, “válidamente pueden ser empleadas en estudios de índole científica o en obras de naturaleza artística, sin que por tal motivo impliquen la actualización de discursos de odio”.
Los ministros Jorge Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea votaron a favor de que “las manifestaciones homófobas son una categoría de discursos del odio, los cuales se identifican por provocar o fomentar el rechazo hacia un grupo social. La problemática social de tales discursos radica en que, mediante las expresiones de menosprecio e insulto que contienen, los mismos generan sentimientos sociales de hostilidad contra personas o grupos.”
Y los ministros que votaron en contra fueron José Ramón Cossío Díaz y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
El caso se originó en 2010, cuando Armando Prida Huerta, dueño del diario Síntesis, demandó a Enrique Núñez Quiroz, del diario Intolerancia, por una columna de agosto de 2009 en la que éste último se refirió al primero como “puñal” y sostuvo que sólo “maricones” escriben en su medio. (Animal Político)