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BRASILIA, 9 de marzo.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo ayer viernes, como regalo a las mujeres en su día internacional, que su Gobierno eliminará los impuestos federales a algunos alimentos y artículos de higiene básicos, en el más reciente intento de la administración por controlar una galopante inflación.
El anuncio se conoce después de que datos mostraron el viernes que los precios subieron más que lo esperado en febrero, a pesar de los recortes patrocinados por el Gobierno a las tarifas de electricidad. La inflación anual subió a 6.31% en febrero, acercándose peligrosamente al techo de la meta oficial de 6.5 por ciento.
Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, anunció que la nueva política federal para la defensa del consumidor entrará en vigor el 15 de marzo,'y no por coincidencia', pues en esa fecha se conmemora el Día Mundial del Consumidor. (O Globo)
Rousseff dijo que los beneficios tributarios costarán al Gobierno cerca de 7,400 millones de reales (3,800 millones de dólares) en ingresos al año.
"Con esta decisión, usted, con la misma renta que tiene hoy, va a poder aumentar el consumo de alimentos y de productos de limpieza y aún tener un resto de dinero para ahorrar o aumentar el consumo de otros bienes", declaró la mandataria en su mensaje transmitido en radio y televisión.
El gobierno prevé descuentos en los precios de la carne, los frijoles, legumbres o crema dental, entre varios otros productos básicos.
"Aprovecho de enviar un recado para nuestros productores y comerciantes, del campo y la ciudad: van a percibir luego cómo esa medida traerá una fuerte reducción de sus costos, y eso dará margen para la expansión de sus negocios", señaló.
El gobierno ha señalado que la economía debería reactivarse este año. En febrero pasado la mandataria ya había adelantado que su gobierno mantendrá en 2013 la política de incentivos fiscales para impulsar la inversión, la producción y el empleo. (El Economista)