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EL CAIRO, 9 de marzo.- Un tribunal egipcio confirmó hoy las condenas a muerte dictadas contra 21 personas por su participación en los disturbios en la ciudad de Port Said en 2012, que dejaron más de 70 personas muertas y decenas de heridos.
El juez del tribunal egipcio enlistó los nombres de las 21 personas a las cuales se les confirmó que se les aplicará "la pena de muerte en la horca".
En un fallo transmitido en vivo por la televisión egipcia, el tribunal de El Cairo condenó también a otras cinco personas a cadena perpetua por los disturbios y absolvió a 28. Otros, de un total de 73 acusados, recibieron sentencias más cortas de prisión.
Tras confirmarse el veredicto, centenares de personas salieron a calles de Port Said a protestar porque se condenó a jóvenes a la horca y se dieron penas menores o se absolvió a los policías. (Reuters)
El ex jefe de las fuerzas de seguridad de Port Said, el general Essam Samek, fue condenado a 15 años de prisión, junto con otro oficial de policía. Los otros siete policías sometidos a juicio fueron absueltos, reportó el canal árabe de noticias Al Arabiya.
Las 74 muertes registradas en el estadio de fútbol se produjeron en febrero de 2012, cuando finalizaba un partido entre los equipos Al-Ahly y el local Al-Masry.
El Ahly es el equipo más importante de Egipto y del continente africano y suscita gran antipatía entre sus rivales. Cuando el árbitro señaló el fin del encuentro, el equipo local se alzó con la victoria tres goles a uno.
Un hincha del equipo capitalino saltó a la cancha con una barra de hierro en sus manos y los seguidores de Al Masry bajaron para darle alcance, lo que originó los posteriores enfrentamientos y que se desatará el caos.
Los espectadores fueron aplastados cuando una multitud, presa del pánico, trató de escapar del estadio después que los hinchas de Al-Masry invadieron el campo de juego, con el aparente apoyo de las autoridades locales.
Los disturbios y las sentencias de muerte, aprobadas el 28 de enero, han sido un foco de duras protestas en todo el país. Al menos ocho personas han muerto en Port Said esta semana, incluyendo tres policías.
La mayoría de los condenados a muerte eran fans del club Al-Masry en Port Said, en el noroeste de Egipto, y el caso también ha subrayado el empeoramiento de la seguridad en Egipto desde el derrocamiento en 2011 del presidente Hosni Mubarak.
Los militares han estado patrullando la ciudad costera de Port Said, ubicada en la estratégica vía marítima del canal de Suez, este fin de semana en un esfuerzo por aliviar la tensión.
El tribunal encargado de investigar la masacre del estadio de fútbol Port Said, en la que el año pasado murieron más de 70 personas, emitió el sábado por la mañana su veredicto definitivo. De los cerca de 50 acusados pendientes de sentencia, cinco han recibido una pena de cadena perpetua, otros 14 sentencias que oscilan entre los 10 y 15 años de cárcel, y a tres más, les han caído entre uno y cinco años. Los 28 acusados restantes han sido absueltos.
En el banquillo enjaulado de los acusados se sentaron tanto hinchas de fútbol, como varios responsables policiales. Uno de los altos cargos policiales, Essam Samak, ex director de seguridad de la provincia de Port Said en el momento de los hechos, deberá pasar 15 años entre rejas. Otro oficial ha recibido la misma pena, mientras que siete mandos de diverso rango han sido absueltos.
La reacción no se hizo esperar en el barrio cairota de Zamalek, en la sede social del Ahly, club al que pertenecían la mayoría de las víctimas. Los ultras ahlawy, como se conoce a los hincas del equipo, se reunieron para escuchar juntos un veredicto que dejó, en un principio, una sabor de boca agridulce. La confusa lectura del veredicto provocó unas primeras muestras de júbilo que se tornaron en confusión.
Centenares de adolescentes con camisetas y chándales del Ahly estaban sentados, circunspectos. Mientras, los cabecillas del grupo mantenían reunión continuas, algunas por teléfono con los feces del grupo en otras ciudades. Al final de una de ellas, sellada con besos y rostros de reflejaban trascendencia, El PAIS pubo hablar con Mohamed, uno de los líderes del controvertido movimieno. “Estos veredictos son una tomadura de pelo. Queríamos la pena de muerte para todos los cargos de la policía. Ellos fueron el cerebro detrás de la masacre”,asegura el joven, que se confiesa fan de Cristiano Ronaldo.
“No vamos a apelar el veredicto, porque no creemos en la justicia de este país. La respuesta será en la calle. Sólo así conseguiremos la justicia”, dijo en tono amenazante. Tan sólo unos minutos después, se levantaba ya una negra columna de humo encima del edificio de la Federación Egipcia de Fútbol y del club deportivo de la policía, situados a tan sólo unos metros de la sede social del Ahly. Posteriormente se encaminaron al centro de la ciudad, cerca de Tahrir, donde se enzarzaron en enfrentamientos con las fuerzas del orden, provocando la muerte de un joven por asfixia al inhalar gases lacrimógenos.(NTX / EL PAÍS)