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ROMA / MADRID, 10 de marzo.- Las fotos publicadas hoy por el diario italiano La Repubblica muestran por qué urge intervenir para salvar el Ártico, como propone Greenpeace en su campaña 'Salvar el Ártico es salvar mucho más'.
Recientemente la compañía petrolífera Shell, anunció que cancelaba su campaña de perforación del Ártico para extraer combustibles fósiles. Este cambio de idea probablemente se deba a la presión social y a la de los ecologistas de Greenpeace, que consiguieron recaudar 2.7 millones de firmas en contra del proyecto y aplicaron presiones físicas con sus barcos impidiendo el paso de las naves de la empresa de carburantes.
Un glaciar en retirada en el Macizo de Altái abre el paso al crecimiento de coníferas. (Prof. Sergey Kirpotin)
Arbustos en la Península de Yamal, en Siberia. (Prof. Bruce Forbes)
La organización verde inició una campaña hace un tiempo denominada “Salvar el Ártico es salvar mucho más” y que el miércoles fue presentada en España. Hasta el momento ha conseguido el apoyo de multitudes no sólo con firmas, sino a través de financiación voluntaria. La campaña tiene envergadura mundial pero ha sido ideada y llevada a cabo por la sección española de Greenpeace. Pilar Marcos, encargada del proyecto, hace hincapié en la importancia del Ártico para la supervivencia de todos, “es la sombrilla del planeta”, dice. Con esto se refiere a que el hielo ártico es un perfecto reflectante de los rayos solares que son devueltos al espacio, pero que a medida que la superficie se vaya reduciendo, será el mar el encargado de recoger esa radiación con el consecuente aumento de temperatura del mismo.
Vegetación en la tundra noruega. (Dr. Hans Tommevirk)
También actúa como “aire acondicionado de la Tierra”, regulando la climatología. Cuánto más perjudicado esté, más episodios intensos ambientales surgirán, como inundaciones, sequías, olas de calor u olas de frío extremadamente intensas.
“Lo que está pasando en el Polo Norte es señal de lo que nos pasará en breves en España”, esto es lo que afirma Mario Rodríguez, director ejecutivo de la ONG. Insiste en que si no se resuelve el problema, en España aumentarán los incendios y subirá el nivel del mar, lo que afectará seriamente a la agricultura, a los bosques, a la fauna y flora y además tendrá terribles consecuencias económicas. En sus propias palabras, “la siguiente crisis no será financiera sino climática y afectará a ricos y pobres, norte y sur”.
La organización lucha por regular los derechos de explotación del Ártico puesto que ya son muchos los países que quieren hacerse con la propiedad de aguas internacionales para aumentar su plataforma continental, con el fin de explotar la pesca y la extracción de combustibles. Para los activistas, “la frontera Ártica no es un cortijo particular de los países, sino un patrimonio mundial”.
Bosque boreal en Suecia. (Jacopo Pasotti)
Los nómadas de las regiones circumpolares han venido alertando desde hace años que el ecosistema está cambiando, lo cual amenaza a la biodiversidad.
España es uno de los países más afectados de Europa, por encontrarse en la zona más meridional del continente. Mientras que en el resto de países de la Unión Europea el aumento de temperatura media es de 0.9ºC, en el país ibérico es de 1.5ºC. Si el aumento sigue sin que se actúe de forma urgente, puede desaparecer el 50% de las especies forestales como el alcornoque. Además, animales como el oso pardo podrían encontrar su extinción en un futuro no muy lejano, a partir del 2041. El incremento de la temperatura oceánica permitiría a especies invasoras como las medusas adaptarse al hábitat mediterráneo y acabar con especies autóctonas. (elreferente.es)