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CARACAS, 8 de marzo.- Bajo un sol inclemente, cientos de miles de venezolanos esperaron este viernes ansiosos y exhaustos afuera de la Academia Militar de Caracas, para entrar y ver por instantes al presidente Hugo Chávez, quien, adentro en capilla ardiente, recibe honores de funeral de Estado por medio centenar de gobiernos del mundo.
"Chávez vive, la lucha sigue", "Queremos ver a Chávez", coreaba la multitud, que se aglomeró a pocos metros de la entrada y se distribuía luego, a lo largo de varios kilómetros, en un inmenso río teñido de rojo, un simbólico efecto que daban las camisetas, gorras y boinas del emblemático color del chavismo.
Una mujer en silla de ruedas, con la bandera venezolana en el respaldar y un afiche con el rostro de Chávez, lloró desconsalada frente a las cámaras de televisión: "Ha muerto mi presidente, ya no tengo a nadie. Tengo tres días de estar aquí y vean lo enferma que estoy", grita mientras muestra las úlceras en sus piernas y se enjuaga las lágrimas.
Las divisas y condecoraciones que en la tradición de los funerales militares suelen colocarse sobre la urna, en un cojín, para que los familiares las conserven, se las llevará también puestas en su uniforme de gala, verde olivo, con camisa blanca y corbata negra: dos palmas doradas en las solapas, sobre fondo de fieltro rojo, y sobre el lado izquierdo del pecho, las alas de paracaidista mayor.
Hugo de los Reyes y Elena Frías, padres de Hugo Chávez, junto al féretro que contiene los restos mortales del presidente venezolano. (AP)
El ataúd de Chávez estaba en el centro del salón de honor Simón Bolívar de la Academia Militar, custodiado por dos parejas de oficiales, una cruz dorada y cuatro cirios blancos. Allí ha estado hasta este viernes, expuesto a las miradas de sus dolientes —soldados, niños, hombres, mujeres del pueblo— que desde la tarde del miércoles formaron filas de varios kilómetros en los alrededores del velatorio y avanzaron en lenta procesión, de cuatro, diez, doce horas, para ver por última vez a este Hugo Chávez apacible y rejuvenecido.
La solemnidad del salón de honor de la Academia contrastó con el bullicio en costados de la explanada y calles aledañas: la gente lanzando consignas, canciones revolucionarias sonando sin parar en altoparlantes y los vendedores ambulantes ofreciendo jugos, comida, café y hasta manzanas acarameladas. Un mercado chavista bulle en torno al funeral.
Afiches, foto de Chávez con Fidel Castro, banderas, sombreros, gorras, camisetas, muñecos, aretes, gafas, pulseras... "Llévese un recuerdo del Comandante", dijo un hombre en una esquina cerca del imponente monumento a los próceres, entre el hormiguero humano.
Desde pantallas de dos metros colocadas en varios puntos a lo largo de la fila, la gente pudo seguir la ceremonia a la que acude la mayoría de líderes latinoamericanos, cuyos nombres fueron anunciados por los altoparlantes al iniciar la ceremonia.
Aplausos nutridos resonaron en las afueras al escuchar los nombres de los más cercanos como Raúl Castro de Cuba, Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa, de Ecuador, Daniel Ortega de Nicaragua. Las mayores palmas fueron para el iraní Mahmud Ahmadinejad, los silbidos para el príncipe de Asturias Felipe de Borbón.
Desde que Chávez fue llevado en cortejo fúnebre a la Academia Militar desde donde murió, en el hospital militar, a unos ocho kilómetros, cientos de miles, unos dos millones de personas según el gobierno, convirtieron la Academia centro de peregrinación.
Venezolanas lloran junto al féretro. (Reuters)
Desde camiones militares, soldados han lanzado a la multitud botellas de agua y emparedados. El hambre aprieta y el sol cae sin misericordia sobre la muchedumbre. La música fue interrumpida a ratos para anunciar por altavoces a niños, esposas y amigos perdidos.
El presidente en funciones, Nicolás Maduro, ha anunciado que Chávez será embalsamado y quedará expuesto en una urna de cristal en un lugar especial "para que todo el mundo pueda contemplarlo como a Ho-Chi Ming, Lenin y como Mao Tse Tung".
Con lágrimas en los ojos explicó que por el momento Chávez permanecerá siete días más (y no los tres previstos) en Fuerte Tiuna para que todo el pueblo lo pueda ver. A este Cuartel de la Montaña, que se convertirá en un museo de la revolución, serán llevados los restos del comandante, antes de dar otros pasos que está pidiendo el pueblo. Será el primer lugar de reposo donde estará, por lo menos, siete días más.
El "Museo de la Revolución" es un viejo cuartel desde donde Chávez dirigió un intento de golpe de Estado el 4 de febrero de 1992 contra el presidente constitucional de entonces, Carlos Andrés Pérez, y que lo dio a conocer ante la opinión pública venezolana.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, recibido por el viceministro venezolano de Asuntos Exteriores para Asia, Oriente Medio y Oceanía, David Velásquez (izq.), a su llegada a Caracas para asistir al funeral de Estado del presidente Hugo Chávez. (EFE)
Soldados empujan las vallas para contener al pueblo doliente, que quiere acercarse a ver a su Comandante. (AFP)
Maduro, señaló que "este hombre se merece todo el amor y toda la voluntad" y terminó su anunció con las palabras "Unión, unión, unión y mucha disciplina".
Asimismo, confirmó que Venezuela recibe a más de 30 jefes de Estado y de Gobierno y 54 delegaciones de alto nivel para asistir al funeral del presidente, cuyo féretro permanece en la capilla ardiente instalada en la Academia Militar, en Caracas.
Antes de la comparecencia de Maduro, el canciller venezolano Elías Jaua, también dio un discurso en la televisión estatal: "A todos, a los que vienen, a los que no pudieron venir pero han enviado su testimonio de solidaridad, muchas gracias, muchas gracias, mil gracias por ese homenaje póstumo", declaró.
Jaua dijo que 16 países, que van "desde los más disímiles espectros ideológicos", entre los que citó como ejemplos a Chile e Irán, han decretado duelo nacional, lo cual es "cosa poco vista".
Maduro anuncia que el cadáver quedará "abierto eternamente" al pueblo venezolano en un mausoleo. (Sébastien Micke).
Nada más conocer la muerte de Hugo Chávez, algunos mandatarios, los más amigos y afines al líder bolivariano, se pusieron en marcha rumbo a Caracas para participar en todos los actos fúnebres y no sólo en el funeral de este viernes. Así, en la capital venezolana se encuentran desde el miércoles el presidente de Uruguay, Jose Mujica y el de Bolivia, Evo Morales, que acompañó al vicepresidente Maduro durante todo el cortejo fúnebre.
También está la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que ha arropado estos días a su amigo venezolano, al que ha dedicado muchas loas: "Así como Simón Bolívar fue un liberador de pueblos Hugo Chávez fue un liberador de mentes". No obstante, la mandataria no podrá asistir a las exequias porque la comitiva argentina regresa este mismo jueves a su país. Algunas voces señalan que esta marcha se debe a la llegada a Venezuela del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, con quien mantiene una tensa relación por las negociaciones del atentado terrorista de 1994 contra la mutual judía AMIA. Pero el ministro de defensa argentino, Arturo Puricelli, ha negado este supuesto.
Además, están en el funeral el príncipe Felipe de España y los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; Ecuador, Rafael Correa; Nicaragua, Daniel Ortega; Honduras, Porfirio Lobo; El Salvador, Mauricio Funes; República Dominicana, Danilo Medina, y el chileno, Sebastián Piñera.
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández; el presidente de Uruguay, José Mujica; el presidente de Bolivia, Evo Morales y Lucía Topolansky, senadora uruguaya, son los primeros mandatarios en llegar a Caracas para rendir honores a Hugo Chávez. (AP)
El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro (i), y al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello (d), custodiando el ataúd del presidente Hugo Chávez, en la Academia Militar de Caracas donde permanecerá la capilla ardiente. (EFE)
Por la parte brasileña, la presidenta Dilma Rousseff, quien ha dicho que le afecta mucho esta muerte "por el líder que se va como por el amigo", y su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva. El colombiano, Juan Manuel Santos; el panameño, Ricardo Martinelli; el peruano, Ollanta Humala, y el haitiano, Michel Martelly.
El ex presidente paraguayo y ex obispo católico Fernando Lugo asiste al funeral y, de paso, evitó además someterse a una prueba de paternidad, que se aplazará hasta el 25 de marzo.
El jefe de Estado de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, y el de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, también están presentes.
EE. UU. envió una delegación a Venezuela para los funerales del presidente Hugo Chávez. La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, anunció que el Gobierno de Barack Obama estará representado por dos congresistas, uno de ellos retirado, y su encargado de negocios en Caracas.
Después de las exequias, se espera que el vicepresidente, Nicolás Maduro, jure el cargo de presidente interino hasta las próximas elecciones que se celebrarán en un plazo de 30 días.
Chávez, que presidió Venezuela durante 14 años, murió el pasado martes a los 58 años por culpa de un cáncer.
Una simpatizante del presidente de Venezuela, luce una calcomanía con la imagen de Chávez en los alrededores de la Academia Militar. (EFE)
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, arribó en horas de la madrugada de este viernes a suelo venezolano, para asistir a las exequias del Comandante Hugo Chávez en la ciudad de Caracas, y al momento de su llegada no dudo en afirmar “me he perdido a mí mismo, pero estoy seguro de que él (Chávez) sigue vivo. Chávez nunca morirá”.
“Estoy seguro que él sigue vivo y nunca morirá. Su alma y su espíritu están vivos en el corazón de los combatientes, y seguirá vivo para siempre”, manifestó el mandatario persa.
Ahmadineyad consideró que Chávez “será la bandera de la honestidad de todos los pueblos, nunca se quedará en el suelo (…) Su espíritu y sus valores unen los valores humanos de los pueblos del mundo”.
“La pérdida del Presidente para nosotros es un gran dolor, porque hemos perdido a un amigo y líder revolucionario y justo. Fue un amigo entrañable de todos los pueblos del mundo”, aseveró.
Resaltó también que “el presidente Chávez es un símbolo de los que buscan la amabilidad y paz en el mundo. Fue un hombre grande que salió de entre los pueblos latinoamericanos amantes de la justicia, del amor y la independencia”.
En ese sentido, Ahmadineyad subrayó “nos comprometemos a realizar, a materializar sus ideas e ideales tan valioso. Estoy seguro que Dios nos va ayudar y el espíritu de Chávez nos estará observando a todos y nos ayudara desde los cielos”.
Salón Libertador de la Academia Militar, donde se ha instalado la capilla ardiente del presidente Hugo Chávez. (EFE)
Maduro afirmó en las honras fúnebres: "Nosotros somos el testamento vivo de Hugo Chávez" e insistió: "Tendrán que reconocer que Hugo Chávez fue un redentor y un protector en Cristo de los pobres del mundo". (Sébastien Micke)
El líder iraní desea que “el valiente pueblo venezolano seguirá sus valores e ideales. También estoy seguro de que todos los que aman la libertad, los líderes y combatientes, seguirán su camino y el triunfo será para todos los pueblos del mundo”.
“Viva Chávez, viva Venezuela, vivan todos los pueblos latinoamericanos, viva la justicia, la libertad, la unificación de todos los pueblos”, proclamó Ahmadineyad para dirigirse hasta la Capilla Ardiente donde reposa el Comandante.
Cinco años fue lo que duró el matrimonio entre Hugo Chávez y María Isabel Rodríguez (1999-2004). Ella fue la que compartió la llegada al poder del mandatario venezolano, la madre de la hija menor de Chávez...
Sin embargo, su ascenso al poder fue la bala que acabó con ese matrimonio. La entrega total de Chávez a la política y a su Gobierno generó una serie de problemas en la convivencia de la pareja que hicieron que finalmente se divorciaran en 2004.
El divorcio fue amistoso en un principio, pero fue la calma que precedió a la tormenta. Cuatro años después de su separación el comandante demandó a su ex mujer porque no le dejaba ver a la pequeña Rosinés Chávez.
Al final la ex pareja llegó a un acuerdo y parece que se perdonaron. Ahora con la muerte de Chávez María Isabel confirma aquel perdón y explica porque no ha acudido a la capilla ardiente.
"Ese gran varón supo perdonar mis ofensas como yo lo hice con las suyas", expresó la ex primera a través de la red social Twitter.
"Esto nos da una idea de lo magnánimo de Hugo: supo perdonar, amar, liderar, luchar, organizar y enfrentar tan terrible adversidad", ha asegurado en otro mensaje.
Rodríguez puntualizó que "a pesar de mis defectos ese gran varón supo perdonar mis ofensas como yo lo hice con las suyas. ¡Viaja en paz dejándonos una gran misión!".
Sobre su ausencia en el funeral explicó: "¿Me preguntan dónde estoy? En cualquier parte... ¡Hoy, el genio y la figura es el Comandante! Para mi tristeza y yo, cualquier rincón es bueno".
Una mujer sufre un desmayo y es atendida por la policía venezolana durante la larga espera en los alrededores de la Academia Militar de Caracas para llegar hasta el féretro.(AFP)
Junto al ataúd del comandante Chávez, Nicolás Maduro, que hoy asume la Presidencia interina de Venezuela, los brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff (ex presidente y presidenta de Brasil) y Rosa Virginia, una de las hijas del difunto. (Reuters)
El presidente de Cuba, Raúl Castro, rinde honores al caudillo venezolano. (EFE)
"No podía hablar, pero lo dijo con los labios: 'Yo no quiero morir, por favor no me dejen morir', porque él quería a su país, se inmoló por su país". Así vivió sus últimas horas de su enfermedad el presidente venezolano Hugo Chávez, según indicó hoy el jefe de la guardia presidencial, general José Ornella, según publica el diario argentino 'La Nación'. Además, indicó que el presidente, que falleció el martes, murió a causa de un "infarto, que le dio fulminante". (Reuters)
El Hugo Chávez del ataúd, dice la corresponsal de El País en Caracas, no se parece al de la última imagen pública de su convalecencia. Luce diez años más joven, como si nunca hubiese sido tocado por la enfermedad que el martes 5 de marzo, a las 16.25 de la tarde y a casi dos años del diagnóstico, provocó su muerte en el hospital militar de Caracas. (Sébastien Micke)
Le han sido devueltos sus labios carnosos, de cuando besaba a las señoras que ahora se asoman para verle a través del cristal del féretro a medio abrir, escribe la corresponsal que lo vio. Los pómulos, afilados, ya no acusan la tirantez y la inflamación de los últimos meses de tratamiento médico, de los esteroides. Su rostro embalsamado tiene la piel morena, mate, sin brillo, pero con la expresión serena de todos los difuntos: parece dormido.(Sébastien Micke)
Chávez se lleva a la tumba todas sus insignias militares. La boina roja del cuerpo de paracaidistas del Ejército que utilizó el 4 de febrero de 1992 cuando, siendo teniente coronel, comandó un fallido golpe de Estado contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Las charreteras adornadas con dos palmas doradas y una estrella, diseñadas especialmente para él hace tres años, cuando su Gobierno reformó la ley para otorgarle al presidente el grado militar de comandante en jefe. Cruzándole el pecho, la banda roja de la milicia. (Sébastien Micke)