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MADRID, 5 de abril.- En la desenfrenada, y de momento poco fructuosa, carrera en busca de una vacuna para el sida los investigadores parecen haber un dado un paso, importante según señalan en la revista Nature. Por primera vez han determinado cómo el virus y el anticuerpo resultante de la respuesta inmune del organismo evolucionan de forma conjunta en un individuo infectado por el VIH. Los hallazgos, dicen sus autores, podrían ayudar a identificar aquellas proteínas que deberían ser empleadas en vacunas candidatas para que generen anticuerpos capaces de prevenir la infección ante una gama de cepas de virus del sida.
La mayoría de las vacunas funcionan mediante la inducción de una respuesta de anticuerpos, pero el VIH ha demostrado ser un objetivo muy «escapista» para una vacuna. Cuando se han logrado producir anticuerpos del VIH, por lo general han tenido un alcance limitado, y el virus cambia rápidamente para escapar del peligro, lo que lleva a una carrera «armamentística»que el virus suele ganar casi siempre.
El hallazgo, realizado por un equipo dirigido por F. Barton Haynes, del Instituto de Vacunas Humanas Duke, y John Mascola, del Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., ha sido posible gracias al seguimiento de los primeros días de la respuesta inmune de una persona infectada con el VIH. Previamente, mediante el análisis de la genética de los anticuerpos, se había podido determinar la evolución, paso a paso, de determinado tipo de anticuerpos neutralizantes -aquellos que previenen la infección de la mayoría de las cepas del VIH circulantes en el mundo-. Sin embargo, desgraciadamente hasta ahora se desconocían los virus específicos responsables de dichos anticuerpos, y tampoco las mutaciones que había convertido a los anticuerpos en lo que ahora son.
La evolución de la proteína viral (en verde) en comparación con el anticuerpo. Los científicos intentan con esta investigación desarrollar una vacuna contra el VIH. (Imagen de Los Álamos National Laboratory)
Pero en este trabajo se ha podido identificar a uno de ese 20% de personas infectadas en el mundo que, de forma natural desarrollan anticuerpos neutralizantes de amplio espectro -es decir, que bloquean o neutralizan al VIH- después de varios años de infección. La persona, un voluntario africano que participaba en un estudio y al que se le extrajeron muestras de sangre a las pocas semanas -apenas 4- de la infección, ha servido para determinar con precisión cuál era el virus «fundador»que había desencadenado la respuesta de su sistema inmune capaz de crear un anticuerpo neutralizante frente al VIH.
Más concretamente, los investigadores han logrado determinar que los anticuerpos ampliamente neutralizantes son impulsados por la evolución de una proteína de la envoltura (env) sobre el virus y que puede ser detectable muy pronto, apenas 14 semanas después de la infección. Los autores creen que los anticuerpos identificados en este estudio tienen un menor número de mutaciones que la mayoría de los otros anticuerpos ampliamente neutralizantes, lo que podría explicar por qué los anticuerpos se han desarrollado tan rápidamente en este caso.
Sea o no una hoja de ruta para logra una vacuna eficaz contra el VIH lo que se muestra en este estudio, lo cierto es que presenta una justificación robusta de lo que se puede utilizar para hacer frente a los retos principales en la creación de un anticuerpo con respecto a la vacuna del VIH. «Por primera vez, hemos mapeado no sólo el camino evolutivo del anticuerpo, sino también la vía evolutiva del virus, es decir, la definición de la secuencia de eventos involucrados que inducen los anticuerpos ampliamente neutralizantes», explica Haynes. Y esto, ya es un gran paso. (ABC)