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CIUDAD DE MÉXICO, 3 de abril.- El gobierno de Vicente Fox compró a Corea del Norte armas de tipo “no especificado” por un total de 123 mil 780 dólares, según un informe publicado por el Servicio de Investigación del Congreso estadunidense el 22 de enero de 2010.
El informe titulado Corea del Norte: Ventajas económicas y análisis políticos señala que entre 2001 y 2008 la República Popular Democrática de Corea (RPDC) exportó armas por un monto superior a 5 millones de dólares. De ellos, al país al que más armas vendió fue Emiratos Árabes Unidos: casi cuatro millones de dólares en sables.
Dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) vetaron el comercio de armas con el régimen norcoreano. La decisión 1718, votada el 14 de octubre del 2006, prohibió cualquier transferencia de vehículos blindados, artillería de alto calibre, helicópteros de ataque, naves de guerra, y misiles con Corea del Norte.
Después del ensayo nuclear que llevó a cabo Kim Jong-il el 25 de mayo de 2009, los integrantes del Consejo de Seguridad votaron por unanimidad la resolución 1874 el 19 de junio de ese año, que amplió este embargo de armas ligeras.
La administración de Vicente Fox adquirió un arsenal de 123,780 dólares a Pyongyang. Tal vez hayan sido sables.
El pasado 30 de marzo, el régimen de Kim Jong Un declaró el “estado de guerra” con el Sur, sin que cambiara el estatuto legal del país, ya que el Norte y el Sur de la península coreana firmaron un armisticio y no un tratado de paz en 1953. Esta declaración la hizo en reacción a las maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur desde inicios del mes de marzo, según la agencia oficial norcoreana KCNA. Dos bombarderos estadunidenses furtivos B-52 y B-2, capaces de llevar bombas atómicas, sobrevolaron el cielo surcoreano ese 30 de marzo.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en un comunicado emitido este mismo día, llamó a Corea del Norte a que “cese sus amenazas beligerantes, que ponen en peligro la paz y la estabilidad de la península de Corea” y le pidió que vuelva a tomar la vía de las negociaciones.
El régimen de Pyongyang previno a través de su agencia oficial que en caso de considerar una provocación “temeraria”, las fuerzas norcoreanas reaccionarían “sin piedad”. Pese a estas amenazas, Estados Unidos informó que envió dos naves de guerra en las aguas coreanas.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) existen intercambios comerciales entre México y Corea del Norte, aunque éstos son mínimos: en 2010 México exportó productos por 14.7 millones de dólares hacia ese país e importó de él mercancías por un monto de 45.9 millones de dólares. Las exportaciones mexicanas cayeron en 2012 a sólo 1.7 millones de dólares, mientras las importaciones decrecieron a 9.1 millones de dólares.
El informe del Congreso estadunidense destaca que los principales socios comerciales del régimen de la RPDC son China, Corea del Sur, Japón, Rusia, Alemania, Tailandia e India, mientras que en el 2010 el país mantenía relaciones económicas con 80 de los 182 países miembros del Fundo Monetario Internacional (FMI).
La postura antinuclear mexicana alejó el país de las relaciones diplomáticas con Corea del Norte. Kim Jong Il retiró en 2003 su firma del Tratado de no Proliferación de Armas Nucleares (TNP), por lo que empezó a desarrollar un programa nuclear que puso en prácticas al generar tres explosiones nucleares en 2006, 2009 y el 12 de febrero del 2013.
El régimen de Corea del Norte adoptó su política del “Juche” (autonomía) bajo la protección de China y Rusia, y sigue liderada por la dinastía de los “Kim” desde el final de la guerra. Según el informe del Congreso estadunidense, el gobierno norcoreano invierte el 15% de su PIB en defensa, sobre todo para mantener su ejército compuesto de 1.17 millones de soldados.
En su portal de Internet, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) provee de información de viaje a potenciales turistas mexicanos que deseen visitar Corea del Norte.
Explica que éstos deben pasar por China; entregar su pasaporte a una agencia de viajes oficial, cuya contratación es obligatoria; durante la visita, deberán estar acompañados permanentemente por un guía autorizado. Además, no pueden llevar teléfonos celulares, publicidad ni GPS. La SRE recuerda que “cualquier tipo de manifestación política y/o religiosa por parte de extranjeros está prohibida” en ese país. (apro)