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Mérida, Yucatán, 25 de noviembre de 2010.- Sin que las autoridades hagan algo para frenar los abusos, las mujeres continúan dando su aportación involuntaria, no deseada, para hacer crecer las estadísticas de violencia en sus diferentes vertientes, según manifestó la Dip. Magaly Cruz Nucamendi.
Al intervenir en la sesión de hoy del Congreso, con motivo del Día Internacional de la no Violencia hacia la Mujer, la coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN indicó que la violencia es, sin duda, un asunto que concierne a todos, porque trasciende al hogar y lesiona a la sociedad, debilitando los valores de la convivencia.
—Una de cada 5; tres de cada 10; 37 por ciento; 23 por ciento; una de cada tres. ¿Les dicen algo estos números? Es que los números son así; fríos. Permítanme les cuento qué hay detrás de la estadística —expresó.
La Dip. Cruz Nucamendi detalló algunos de los casos que conforman las estadísticas de violencia contra las mujeres: Sara, brinca cada vez que escucha un ruido fuerte. Su pareja le jura que la ama, especialmente después de cada golpiza. Se lo dice al oído mientras implora perdón y promete que nunca más lo hará. Ella es una de cada cinco. Margarita vivió cinco años con un marido que la golpeaba, hasta que lo abandonó. Regresó a vivir con su madre y buscó un empleo. Pero su marido no dejó de hostigarla. Un día, a la salida de su empleo, la apuñaló y, aunque no la mató, le dejó lesiones irreversibles. Ella es tres de cada diez. Brenda tiene ojos vivarachos, pero siempre mira hacia abajo. Vive a dieta. Dice que su marido opina que está gorda. Viste de negro, porque él suele criticar su gusto para vestir. Y nunca opina. Él siempre dice que se ve mejor cuando se calla. Ella es 37 por ciento.
—Ileana quiere trabajar. Pero su pareja dice que para qué tuvo hijos si no los iba a cuidar. Quiere comprarse unos zapatos. Pero del dinero que él le entrega para sufragar los gastos de la casa, le exige cuentas minuciosas y notas de compra. Casa, coche y negocio están a nombre de él. Ella es 23 por ciento. Claudia regresaba de la escuela cuando unos chavos la jalaron del cabello y la subieron a una camioneta. Cinco la violaron vaginal y analmente. Ella es tres de cada diez. Valeria tenía cinco años cuando su padrino ofreció cuidarla. Abusó sexualmente de ella y filmó las escenas que luego compartió con otros pederastas por Internet. Ella es una de cada tres.
—Los números son fríos —señaló la Dip. Cruz Nucamendi. A menos, claro, que sepamos, comprendamos y sintamos que tras cada unidad de esas cantidades siempre se encuentra una historia de dolor, abuso y violencia.
La legisladora recordó un caso reciente: al concluir la presentación de la Secretaría de Seguridad Pública en el desfile del Centenario de la Revolución, una mujer acompañada de sus tres hijas realizó un plantón frente al Palacio de Gobierno solicitando el apoyo de la gobernadora para que el padre de sus hijas, Jorge Armando Alberto Camargo, comandante de la SSP, cumpla con la orden de un juez de aportar la manutención, lo que no obedece pero no le hacen nada porque es uno de los comandantes cercanos a Luis Felipe Saidén, secretario de Seguridad Pública.
La coordinadora panista recordó el caso de Minelia Frías Chalé, vecina de Dzemul, quien acusa a la titular del Ejecutivo estatal de dejarla a ella y a su familia en total estado de pobreza e indefensión por motivos políticos, con lo que se demuestra que el hecho de que una mujer tenga la oportunidad de tener altos cargos de responsabilidad y toma de decisiones no significa que estén garantizada las políticas públicas para combatir la violencia intrafamiliar y a favor de la equidad de trato a las mujeres.
—Y ante la responsabilidad que tenemos como representantes del pueblo, no puedo dejar de mencionar el hecho histórico de esta Legislatura de quitarle a la Comisión de Equidad y Género su importancia y trascendencia, al unirla junto con otras comisiones —recalcó. Boletín del Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado.