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El estadounidense Mike Tyson, ex campeón mundial de los pesos pesados, reconoció haber estado bajo el efecto de las drogas al momento de morder la oreja a su compatriota Evander Holyfield en la pelea que ambos sostuvieron el 28 de junio de 1997.
En entrevista con el diario inglés 'The Guardian', Tyson admitió haberse equivocado al subir al ring aquella noche, la cual es considerada como la que marcó su declive profesional.
"Fueron las drogas. Sólo pensaba en las drogas. Yo creía que era Dios, me sentía como Dios. Pero lo hecho, hecho está", comentó el pugilista recién ingresado al Salón de la Fama del boxeo.
La mordida se produjo en la revancha entre Tyson y Holyfield por el título de pesos pesados de la Asociación Mundial de Boxeo; al segundo asalto, el árbitro Mills Lane decidió parar el combate debido a que Tyson reincidía en morder a su contrincante, quien había perdido un pedazo de la oreja derecha.
De esta forma, Holyfield, quien ya había ganado a Tyson en una ocasión anterior, se alzó con el triunfo y el título por descalificación.
"Yo no pensaba en el boxeo cuando lo mordí. No me preocupaba el boxeo. Está mal lo que le hice, muy mal. Me volví como loco", confesó "Iron Mike".
Por último, quien fuera el campeón más joven de la historia de los pesos pesados, afirmó sentirse arrepentido por el accionar en su carrera profesional y en su vida personal.
"Mi vida entera ha sido una mentira. Me siento incómodo cuando la gente me adora y me quiere; me siento sucio", concluyó.