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Pequeños productores de diversos municipios yucatecos se preparan para resistir los próximos meses de estiaje y han solicitado una transferencia intensiva del paquete tecnológico de los pastos mejorados, informó el responsable de ese programa, Dr. Benjamín Ortiz de la Rosa.
El investigador adelantó que en atención a esas solicitudes, el próximo jueves 10, a las 16 horas, en coordinación con la Fundación Produce Yucatán impartirá un curso de transferencia en Ticul, donde se regalará semilla de los pastos mejorados a los productores que tomen el curso de siembra, manejo, ensilaje y producción de ese material genético.
Mientras tanto, en los cultivos del Instituto Tecnológico de Conkal, un centenar de productores de Conkal, Tahdziú y Cantamayec participaron en el tercer curso de transferencia de esos pastos mejorados, que poco a poco se convierten en una alternativa de alimentación para los distintos tipos de ganadería local (bovina, caprina, ovina y hasta porcina) ya que reduce la dependencia a los importación granos y garantiza una mejor dieta a los animales en los meses de sequía extrema.
Incluso, este material genético se puede considerar como pastos de doble propósito, porque es una fuente de ingresos adicionales para quienes lo producen, indicó el Dr. Ortiz.
Como ejemplo, citó el caso del propio Instituto Tecnológico de Conkal, que empezó a elaborar pacas de la variedad de pasto CT-115 y hoy vende cada paca a $115.
Cada hectárea de pasto mejorado te rinde un promedio de 1,800 pacas. Si le echamos pluma, vemos que tan sólo en una hectárea tenemos un ingreso de $45,000. Así que los pastos ya generan recursos para el mantenimiento de la escuela, agregó.
En el curso llamó la atención la gran participación de mujeres y jóvenes. En el caso de las productoras, se trata de un grupo que impulsa la cría de cabras. Los muchachos, a su vez, están en fase de titulación como ingenieros agrónomos y tienen especial interés en el manejo y producción de pastos mejorados.
Benjamín Ortiz destacó que se nota cierta desesperación entre los pequeños ganaderos y productores del sector social de la entidad ante la falta de forraje: No hay forraje y, por ende, los hatos empiezan a sufrir los estragos del estiaje desde ahora, indicó.
Los productores de Teabo, Chumayel, Mama, Sinanché y Yobaín nos han solicitado ser incluidos en la agenda de la transferencia tecnológica lo más pronto posible, destacó.
Cabe mencionar que en muchos de los lugares donde vamos piensan que somos una de las instancias de gobierno responsables de otorgar apoyos a la producción agropecuaria. Por eso aclaramos a los asistentes que la Fundación Produce les proporciona los conocimientos que necesitan para su independencia, no entregamos coas, machetes y tampoco tenemos recursos ni facultades para gestionar sus problemas con bombas de riego, electrificación, tuberías.
También les precisamos que los pastos mejorados no son la panacea a los problemas de alimentación del hato. Esas variedades sí son resistentes a la sequía y tienen alto valor proteico, pero también necesitan riego. Es decir, esta tecnología funciona en aquellos ranchos que disponen de algún sistema de riego, finalizó.