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Para los mayas del período posclásico tardío Mayapán representó su bandera cultural. Y hoy, en una plantación de Temax, representó el estandarte de independencia de los productores del sector social de chile habanero de Yucatán a las grandes firmas trasnacionales, que venden la semilla del picante emblemático de la entidad a precios inaccesibles para la mayoría de ellos.
Hace tres meses, el 2 de diciembre, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias entregó 150 gramos de semilla Mayapán para el establecimiento de la primera parcela de validación del fruto de sus científicos: un material genético que ofrece a los productores de habanero un rendimiento superior a las 35 toneladas por hectárea, que es más tolerante a plagas y enfermedades y en especial, tiene las características propias de picor, sabor, olor y forma que dieron a ese picante la primera denominación de origen de un producto yucateco.
Ante productores, mujeres de la UAIM de Buctzotz, estudiantes e investigadores del Instituto Tecnológico de Tizimín y el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario de Izamal, así como directivos de las fundaciones Ayuda para Ayudar y Yucatán Produce, se concretó la primera siembra de plántulas de ese material genético, en la parcela de validación del productor cooperante José Dolores Isaac Sabido, conocido como el rey del chile en la entidad.
A ocho kilómetros de la carretera Mérida-Tizimín, sin ningún cultivo a diez kilómetros a la redonda, entre piedras y con un apiario a 300 metros (las abejas favorecen la polinización natural de esta plantación), se levanta la primera parcela de validación. Desde aquí, chileros del sector social y estudiantes podrán conocer los secretos de la germinación, plantación y cosecha del emblemático picante yucateco, gracias a la suma de esfuerzos del INIPAP, la Fundación Produce Yucatán y productores yucatecos.
Madre de tres hijos, de 30 años de edad, Rosa del Carmen Argáez Tun sembró la primera plántula de Mayapán. Ella representa a la Unidad Agroindustrial de la Mujer (UAIM) de Buctztoz, un grupo de siete féminas que ve en el campo el futuro para el sustento familiar.
José Isaac Sabido explica: iniciamos el trasplante de 150 charolas (con 200 plántulas, cada una) del material genético de habanero de la variedad Mayapán a tierra. Calculamos sembrar poco más de una hectárea con la primera germinación del material genético que aportó el INIFAP.
En mis 35 años de agricultor, nunca había conocido una semilla con un nivel tan alto de germinación, ni siquiera si la comparamos con las de otras frutas y verduras. La semilla Mayapán tiene índices superiores al 98 por ciento de germinación.
Además, es muy resistente. Las plántulas sobrevivieron sin mayores complicaciones a los tres días de tempestad que asolaron esta zona en febrero, y no exigen muchos nutrientes para mantener su desarrollo.
La fase de germinación estuvo bajo la responsabilidad de los hermanos Arsenio y José Damián Pech Torres, dos jóvenes de Buctzotz expertos en la producción de plántulas. Aún es prematuro pronosticar el rendimiento de esta semilla, hablo estrictamente de su proceso de germinación y, en ese sentido, sí puedo asegurar que es la mejor semilla que he visto en mi vida.
En mensaje, la madre Aurora del Rivero Heredia, representante de la Fundación Ayuda para Ayudar, expresó: Dios bendiga este esfuerzo, que demuestra con hechos que cuando no se recibe ningún tipo de apoyo gubernamental, sólo la unión de la sociedad puede ofrecer soluciones a los problemas socioeconómicos.
Es verdad, porque en los últimos cinco años no he recibido apoyo alguno de ninguno de los tres niveles de gobierno, observó Isaac Sabido.
Por su parte, el presidente de Produce, Pedro Cabrera Quijano, recordó que el establecimiento de esas parcelas de validación tiene como objetivo romper toda dependencia de los productores de chile del sector social con las grandes empresas trasnacionales, que venden semillas de habanero de origen incierto a precios elevadísimos.