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El Ayuntamiento de Mérida no puede controlar el ambulante porque es el resultado de los compromisos de campaña y porque ya se les salió de las manos, declaró el ex director de Mercados en la administración municipal de César Bojórquez Zapata y actual diputado por el Distrito II, José Collado Soberanis.
Agregó que no hay control sobre el ambulantaje porque simple y sencillamente la Comuna no está trabajando.
—Si trabajase y hubiese personal responsable dedicado a cumplir los acuerdos, simplemente los ambulantes no estarían ahí. Así de fácil.
Como ejemplo, citó que en la administración anterior la Dirección de Mercados sabía si un nuevo ambulante se colocaba en el Centro Histórico y sobre todo, identificaba al inspector encargado de la zona, porque cada inspector cubría una determinada área para tener un mayor control sobre él.
—Ahora, los inspectores salen a las dos o tres de la tarde y además, ya no van los sábados ni los domingos.
El pasaje Emilio Seijo se ha visto invadido por ambulantes que venden ropa y bolsas.
El diputado lamentó que todo el trabajo realizado en los últimos 20 años por los Ayuntamientos emanados del PAN se haya perdido en menos de un año por el descontrol.
—Que demuestren que así se lo dejamos. Seguro que no pueden y se los podemos restregar en la cara. Lo único que están haciendo es lavarse las manos.
Manifestó que la misma situación se da en los tianguis, ya que al terminar la administración anterior habían unos 20 o 21 y ahora ya hay 37 o 38.
Destacó que sería ilógico que el Ayuntamiento anterior hubiera dado permisos a ambulantes en junio de 2010 para que los ambulantes se instalaran en el Centro Histórico en el 2011, como la vendedora de bolsas para damas que ocasionalmente se instala, con todo y anaquel, en el costado de la catedral.
A un costado de la Catedral, en la calle 61 con 60, se instaló este módulo de telefonía. En otras ocasiones, el espacio es ocupado por una vendedora de bolsas para dama, que hasta coloca su exhibidor en la pared de la iglesia.
Señaló que al finalizar la administración municipal anterior había 60 permisos de ambulantaje que venían de administraciones anteriores, de 1980 o 1982, y cuyos permisos tenían unos 30 o 35 años de antigüedad.
Aclaró que no se dio ningún permiso para ambulantes en el Centro Histórico porque estaba restringido por reglamento.
A una pregunta, dijo que en el Parque Eulogio Rosado, que ahora luce como un tianguis, había cuando mucho un ambulante, así como uno en el Pasaje Emilio Seijo, en el Parque San Juan, en los diferentes parques, en Monjas y en la 60 con 61. Los 60 tenían su registro y su permiso vigente.
La segunda calle nueva, se ha vuelto, además de un tianguis, para muchos ambulantes es ya un restaurante al aire libre; cuentan hasta con mesas para sus clientes.
Precisó que desde 2003 o 2004 el reglamento de Mercados prohibió que se dieran más permisos, incluso verbales, para ambulantes en el Centro Histórico.
—Ahora pasas a cualquier hora y están vendiendo chanclas todos los días y también hay tianguis y todo eso estaba restringido.
Hoy en día hay N cantidad de vendedores ambulantes que no se si tengan permiso o no. Antes caminabas en el Centro Histórico y en la Plaza Principal y de lunes a sábado no había vendedor alguno de marquesitas o de churros, ninguno; hoy pasas y hay por todos lados, hasta en el Parque Hidalgo y en la Catedral.
Opinó que si el Ayuntamiento quiere poner orden lo único que necesita hacer es cumplir el reglamento y dejar de lavarse las manos diciendo que está "en estudio" un nuevo reglamento y que se va a ver cómo lo van a trabajar y a dónde los van a mandar (a los ambulantes).
—Que no se hagan, todos los que están ahí representan pagos de favores de la campaña.
Vendedores de calzado ya se apropiaron de un tramo de la calle 63 con 56 y, como ellos, muchos más ambulantes.
Sobre la vigilancia que hacía la Dirección de Mercados de la administración municipal anterior, explicó que se hacían recorridos con el antiguo presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (Canacome), que iba con inspectores de la Comuna a recorrer pasajes para que no hubiera ambulantes y a decomisarles mercancías.
Agregó que a diferencia del Ayuntamiento actual, que se excusa en que están en "mesas de diálogo" con los ambulantes —para no cumplir el reglamento— la administración anterior, a diario, tenía contacto directo y discusiones con la Canacome para detectar y quitar de las calles a los ambulantes.
Dijo que también atendían las quejas de la Canacome en lo relacionado a los horarios de carga y descarga, evitando que se instalaran vendedores en los alrededores.
—Se les escuchó y se restringieron permisos. Ahora, falta ver cuánto tiempo más va a soportar el comercio organizado; con nosotros, si se quejaban, inmediatamente tenían una respuesta; ahora, no se qué estén haciendo.
La calle 56 con 63 y Segunda Calle Nueva se ha vuelto un corredor del ambulante donde se puede encontrar desde lentes de sol hasta sogas de hamaca.
El Ing. Collado Soberanis lamentó que el ambulantaje se haya apoderado del Centro Histórico. Lo hace no solo al apostarse en lugares prohibidos, sino incumpliendo en horarios, como los vendedores de perros calientes y de tacos; anteriormente estos empezaban a trabajar a las 6 de la tarde; en la "nueva actualidad", desde el mediodía se instalan.
—Resulta increíble que el Ayuntamiento permita a los puestos de comida ambulantes mesas y sillas; está totalmente restringido en el reglamento para evitar que obstruyan el tráfico peatonal, como sucede ahora en el parque Eulogio Rosado —agregó.
—Igualmente, es lamentable que en fechas especiales como el 14 de febrero, se permita la presencia de vendedores ambulantes porque, con nosotros, los comerciantes establecidos se quejaban.
—Vamos a ver qué va a pasar el día del niño, el día de la madre y el día del padre.
Comentó que el caos en el ambulantaje también se notó durante el carnaval; a diferencia de años anteriores, cuando sólo podían vender los ambulantes que sacaron permisos, esta vez se les permitió a todos los que quisieran, con o sin permiso, vender durante los desfiles.
—Le valió gorro a la autoridad.
A pesar de que el ambulantaje ya invadió el Centro Histórico, la CANACOME, a cargo de Jorge Manzanilla Pérez, aún no se ha manifestado públicamente contra este problema que, desde luego, afecta al comercio organizado.
Recordó que a las administraciones panistas les tocó vivir una verdadera guerra con los ambulantes; tuvieron demandas que ganaron totalmente ante los juzgados; los ambulantes, realmente, no tenían el permiso.
Explicó que los ambulantes intentaban ampararse con esas demandas para que les permitieran vender; decían que tenían permisos pero, cuando la autoridad les decía: "muéstrame los permisos", resulta que no los tenían.
—Ahora el que quiere ir a vender al Centro Histórico solo va y se coloca. Es impresionante.
Sobre el proyecto de la administración municipal de Ana Rosa Payán Cervera, de rescatar La Pepita, edificio del Mercado Lucas de Gálvez, y que ahora ya anunció la alcaldesa Angélica Araujo Lara, señaló que no se pudo concretar por pleitos y discusiones de índole puramente política.
Destacó que en las siguientes administraciones se intentó retomar el proyecto, pero no fue posible porque prosiguieron los amparos y no hubo una resolución de los juzgados. Nadie los movía, ahí siguen.
¿Cree que el Ayuntamiento rescate La Pepita, como ya lo anunciaron?
—Ya hicieron el show ante la prensa de que "ahora sí" La Pepita, pero todo sigue igualito. Así se va a quedar, así se van a ir. El anuncio fue más una cortina de humo por el problema de Shakira.
—Pero, dándoles el beneficio de la duda, me gustaría ver si todos los que venden chancletas, calcetas y bolsas en el Centro Histórico van a querer irse a La Pepita y si los locatarios lo van a permitir. Pero mientras tanto, la que paga es la ciudadanía porque hay más ambulantes en el Centro Histórico.
A una pregunta, dijo que si continúa el descontrol por el ambulantaje en el Centro Histórico, va a ser más peligroso para los peatones poder transitar en las banquetas.
—Que no piensen que el ciudadano es tonto y que se va a tragar el cuento de que nosotros dejamos el ambulantaje como está ahora; la gente sabe que es una lavada de manos del Ayuntamiento actual y sabe que no están cumpliendo con su trabajo. L.I.