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ATENAS, 18 de junio.- Los datos oficiales, con el 99% de los votos escrutados, dan la victoria al partido pro-europeísta de Nueva Democracia sobre la coalición de izquierda radical Syriza. Hasta ahora, Nueva Democracia ha conseguido el 29,66% de los votos, mientras que el partido a favor de abolir las medidas de austeridad ha logrado al 26.89%.
Eso significa que Nueva Democracia se anota el bonus de 50 diputados que la legislación griega reserva al vencedor. Y que junto con el socialista Pasok, el partido que ha aprobado los duros ajustes impuestos a la población griega, podrían formar Gobierno al haber conseguido más de 150 escaños entre los dos (162 de los 300 escaños que componen el Parlamento).
Para la Banca mundial la victoria de Nueva Democracia es un alivio generalizado.
Pero, aunque tengan suficientes escaños, no está claro que Nueva Democracia y Pasok vayan a poner en pie un Ejecutivo. El Pasok pone como condición para entrar a formar parte de una Gobierno con los conservadores de Nueva Democracia que también la izquierda radical de Syriza forme parte del mismo. Y Syriza se niega en redondo a gobernar con los dos partidos que han apoyado las medidas de austeridad.
Samaras intentará desde hoy formar un gobierno de unión nacional y hacerlo antes de los 10 días que tiene como margen. El mandato para formar el nuevo Ejecutivo se lo tendrá que dar el presidente de la República, Carolos Papoulias.
Con casi el 100% de las papeletas escrutadas, todo indica que los griegos decidieron favorecer a Antonis Samaras, ardorosamente patrocinado por la Unión Europea.
"El pueblo heleno ha votado hoy por la permanencia del país en la eurozona y a favor de las fuerzas políticas que traerán empleo desarrollo y empleo", declaró ante los medios el dirigente conservador.
Si el pasado 6 de mayo los griegos votaron mayoritariamente dando rienda suelta a la rabia que sienten por las medidas de austeridad que en los dos últimos años se han visto obligados a soportar, ahora ha sido un voto marcado por la incertidumbre, el miedo; pero también la esperanza.
En principio Grecia está en el mismo lugar que estaba después de las elecciones de hace seis semanas. Los líderes de los partidos deben negociar de nuevo y superar sus diferencias. Los electores esperan un gobierno estable.
Pero al mismo tiempo, más de una tercera parte de los electores han dado un mensaje claro: la política de ahorro y reformas debe acabar. "El pueblo ha condenado dos veces en seis semanas el plan de ahorro", afirmó el líder de la izquierda radical, Alexis Tsipras.
Antonis Samaras: 'Grecia ha votado por la permanencia en la Eurozona'. (Foto Reuters)
Y probablemente es también una amenaza cuando dice que el nuevo gobierno debe saber que en los grandes temas no puede actuar sin el respaldo del pueblo. "A partir del lunes continuamos la lucha. Se avecina un nuevo día para Grecia", dijo el político de 37 años, quien quiere congelar el plan de austeridad e incluso incrementar los salarios. Aunque por el momento no ha dicho cómo quiere hacerlo, sobre todo si los bancos e inversores cierran el grifo de la financiación.
Mucho tienen que decir también los medios de comunicación y los líderes europeos, que han convertido los comicios en una batalla por la permanencia de Grecia en el euro o su vuelta al dracma.
Según los acuerdos suscritos, antes del próximo día 30 el Parlamento griego debe aprobar nuevos recortes por valor de 11,000 millones de euros. Si no lo hace, Europa podría bloquear el pago a Atenas de una nueva entrega del préstamo, lo que significaría que el próximo mes de julio el país heleno podría quedarse sin dinero para pagar las pensiones y los sueldos de los funcionarios.
En una primera reacción, el Eurogrupo reiteró que la austeridad y las reformas económicas son el mejor camino para que Grecia salga de la crisis. Además, en un comunicado, reafirmó su "compromiso" para asistir a Atenas "en su esfuerzo de ajuste, para que pueda afrontar los múltiples retos que está atravesando la economía" del país.
El Eurogrupo anunció también que un equipo de expertos de la UE, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI viajará a Atenas una vez conocidos los resultados oficiales de los comicios para preparar detalles del último rescate al país.
Una simpatizante del partido Nueva Democracia festeja.
En una cosa están de acuerdo todos los griegos: el país necesita urgentemente un gobierno estable y capaz de hacer frente a la situación para salir de la crisis.
También en Atenas haría falta un milagro así para que la tranquilidad llegue a Grecia de una vez por todas. Pues incluso si al final forman gobierno los proeuropeistas conservadores y socialistas, los radicales de izquierdas y comunistas podrían bloquear con huelgas todos los esfuerzos reformistas.