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Lunes 18 de junio.- A finales de la semana pasada, una gigantesca nube en forma de hongo se condensó sobre Pekín, causando el pánico entre los habitantes de la capital de China. El fenómeno estuvo acompañado por un amplio aparato eléctrico y fue tomando la característica forma de una explosión nuclear. Muchos testigos, en efecto, creyeron que había estallado una guerra o que se estaba produciendo un cataclismo capaz de provocar el fin del mundo.
Nada más lejos, sin embargo, de la realidad. La nube, aunque ciertamente impresionante, era un simple cumulonimbo. Aunque, eso sí, de proporciones gigantescas e iluminado por dentro por una gran cantidad de rayos. Un espectáculo sin duda sobrecogedor para los millones de pekineses que lo contemplaban, el pasado jueves, atónitos desde el suelo.
Un cumulonimbo es una formación nubosa que crece verticalmente, formando una espiral alrededor de una columna central de aire caliente que puede elevarse a varios km. de altura. Estas nubes tormentosas pueden generar rayos, que normalmente brillan en su interior y las iluminan desde dentro, creando auténticos espectáculos de luz y color. Pueden llegar a ser muy grandes, aunque muy pocas veces alcanzan el tamaño que se vio el pasado jueves sobre Pekín.
Por supuesto, decenas de fotos y vídeos del fenómeno han aparecido en internet. En ellas se puede ver cómo, tras una hora de intensa luminosidad provocada por los rayos, la nube fue tomando la característica forma de un "hongo nuclear", lo que contribuyó a alimentar los miedos de los habitantes de Pekín. (José Manuel Nieves)