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El alcalde Renán Barrera Concha señaló que el préstamo de 200 millones de pesos que se retiró del orden del día de la sesión extraordinaria de cabildo el sábado pasado, se volverá a incluir en alguna sesión próxima, ya que este crédito se pretende utilizar para obra pública.
Los $200 millones de un crédito serían para obra productiva en Mérida
El crédito no es para pagar deudas, ni para el gasto corriente, se utilizará en obra pública para cubrir todo lo que se dejó de hacer por espacio de tres años, en todo lo que se refiere a obra pública y servicios, principalmente en el mantenimiento correctivo de calles', indicó el primer edil.
Además destacó que en cualquier ayuntamiento el monto asignado a obra pública debe ser por lo menos de 150 millones de pesos a ejercer para el bien de la ciudadanía y un ejemplo de esto resulta que el año pasado fueron destinados a este rubro 132 millones de pesos, de los cuales solo 62 millones se destinaron a obras varias, por la realización del paso deprimido, cuestión que dejo a Mérida como un campo minado con más de 600 mil baches.
Los 200 millones se gastarían de la siguiente manera: 100 millones en mantenimiento general a la ciudad, repavimentación, bacheo, construcción de calles, construcción de pozos, mantenimiento a zoológicos y a cementerios; 10 millones a mantenimiento general de
mercados; 80 millones a servicio públicos en mantenimiento de parques, maquinaria y equipo de alumbrado público y finalmente 10 millones servirán para el proyecto de sistemas, una red
para servidores, equipo, tecnología y software.
Nos reuniremos de nueva cuenta con los regidores de cabildo para definir la importancia de este préstamo, ya que el ayuntamiento se encuentra quebrado y es necesario actuar de esta manera, indicó Barrera Concha.
Barrera Concha fue cuestionado respecto de la contradicción que implica que la dirección de cultura municipal se queje de carecer de recursos para realizar su quehacer acostumbrado, pero contrariando las palabras del alcalde que se encarga de eficientar el costo de la burocracia, la realidad pone en evidencia un claro caso de amiguismo.
Al alcalde le hicieron notar que la ley para los funcionarios públicos es nominativa y por ende, éstos solo pueden hacer lo que su texto les permite, a diferencia de los ciudadanos comunes, para quienes lo que no está prohibido, esta permitido. De esta manera, le indicaron, la existencia de la subdirección de fomento a la lectura es irregular, toda vez que no se encuentra incluida en el Plan Municipal de Desarrollo, donde se conjuntan las políticas y acciones específicas de todo gobierno, ni tampoco se menciona en el rubro de quehacer cultural, promover la lectura como una prioridad.
Por último hicieron notar al alcalde que era un contrasentido la creación de una dependencia encargada de promover la lectura, que no contemplara la adquisición de acervo. Por favor que su titular explique que estrategias utilizará para promover este hábito, le dijeron.
Notoriamente serio, reconociendo tácitamente lo irregular de una dependencia que no es parte del Plan Municipal de Desarrollo, Barrera Concha escuetamente respondió: si no cuenta con libros, los compraremos.