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Reflejó el conductor del noticiero nocturno de Televisa, Joaquín López Dóriga, una profunda ignorancia y falta de sensibilidad al expresar que "el hartazgo podría también ser la causa de la derrota del PAN en Mérida".
No, señor López Dóriga. Usted está muy equivocado. Usted no tiene ni la más remota idea de lo que han significado los gobiernos panistas en Mérida. Puede ser que haya jóvenes que no tienen contra qué comparar. Ésos podrían estar "hartos" de que sea el mismo partido el que gobierne y por "snobismo", votar (por primera vez) para curiosear, "a ver cómo se ve Mérida tricolor".
Eso sí podría ser.
Pero los que vivimos en Mérida en los 80 y llegamos a 1990 para ver cómo comenzaría un proceso de transformación completo del gobierno municipal en todos los ámbitos, jamás podríamos estar "hartos" de lo que hemos tenido como gobierno de nuestra ciudad.
Nada es perfecto, pero hay algunos gobiernos y sistemas administrativos que de verdad, créalo o no, se acercan a serlo. Son gobiernos que han sido competitivos entre sí y han hecho de la ciudad de Mérida un lugar tan atractivo para vivir, que es la zona campeona receptora de inmigrantes nacionales. Esto ya no va a ser igual: usted lo verá con el paso de estos años.
No, señor López Dóriga, es muy posible que el espíritu de la ley electoral haya sido totalmente violado y ésa sea la causa del suceso que usted muy miopemente sólo alcanza a ver como un hartazgo. Ese espíritu dicta límites en los gastos de campaña. Ese espíritu busca equidad entre los contrincantes. Y eso no se dio en esta elección. Por lo visto, Yucatán aún no se entiende: allá ustedes ven un mundo, acá nosotros vivimos en donde ustedes no entienden.