313 palabras
Luego de casi tres meses de infructuosos intentos, el derrame de petróleo en el Golfo de México fue detenido provisionalmente en las primeras horas del jueves 15, luego de que expertos de la compañía British Petroleum (BP) cerraron todas las válvulas del cilindro colocado sobre el pozo. La prueba de presión, destinada a evaluar la resistencia del pozo que se extiende cuatro kilómetros por debajo del lecho marino, a mil 500 metros de profundidad, incluye el cierre de las válvulas del embudo de 75 toneladas instalado el lunes sobre la fuga. Una lectura de alta presión permitiría mantener cerradas las tres válvulas y cerrar el pozo. Una baja presión, en cambio, significaría que hay una pérdida en alguna parte del revestimiento del pozo petrolero.Si el pozo no se sella totalmente con el embudo, BP planea instalar el primero de dos pozos de emergencia para frenar definitivamente el derrame.
El problema se originó el pasado 20 de abril tras la explosión de la plataforma Deepwater Horizon y su hundimiento dos días después, y que cobró la vida de 11 empleados.
Se calcula que diariamente fluyeron entre 35,000 y 60,000 barriles de petróleo en el lecho marino, para un acumulado que supera los 4 millones de barriles. Estas cifras son mayores que los más de 40 millones de litros de crudo que se derramaron por el accidente del petrolero Exxon Valdez en Alaska en 1989. La flora y fauna marina han sido las más afectadas por esta catástrofe ecológica —catalogada como la peor en la historia de Estados Unidos— cuyas secuelas y consecuencias aún estamos por ver.