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La tasa de suicidios en Grecia ha pasado, en solo tres años, de ser la más baja a la más alta de Europa a causa de la gravísima crisis económica que sufre el país.
Los datos del Ministerio de Sanidad revelan que entre enero y mayo de este año, la tasa de suicidios subió un 40 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2010, según informó la corresponsal del diario británico The Guardian.
Hace solo tres años, antes del inicio de la crisis, Grecia presentaba la tasa más baja de suicidios del continente, con 2.8 casos por cada 100,000 habitantes. En la actualidad, la tasa de suicidios casi duplica la de entonces.
“Nunca se debe a un solo motivo, pero las personas que nos telefonean para avisarnos de que podrían quitarse la vida casi siempre citan como causa las deudas, la falta de trabajo y el miedo al despido”, declaró al diario Eleni Beikari, una psiquiatra de la organización no gubernamental Klimaka, que mantiene una línea telefónica abierta las 24 horas para atender a posibles suicidas.
Limosnero en Atenas.
La organización recibía una media de diez llamadas diarias antes de la crisis y en la actualidad puede llegar a recibir hasta cien llamadas en solo 24 horas. “La mayoría son mujeres de entre 30 y 50 años y hombres de entre 40 y 45 desesperados por sus problemas económicos”, precisó Beikari. “Por mi experiencia, los hombres que sufren daños a su dignidad y pérdida de orgullo son los casos más graves”, agregó.
El país vive su quinto año de depresión, que ha provocado un fuerte incremento de la pobreza, del desempleo (que ha alcanzado un 18 por ciento sin precedentes, el 42 por ciento del cual afecta sobre todo a los grupos de entre 25 y 40 años de edad) y de la delincuencia. Aparte, alrededor de 200,000 personas carecen de vivienda en Atenas y el Gobierno ha aprobado importantes recortes que han afectado de forma muy especial al Estado de bienestar.
Aparte, en estos años han aumentado considerablemente el consumo de drogas y el número de casos de depresión, neurosis y autolesiones, según los expertos. Los psiquiatras han constatado un incremento en un 30 por ciento de la demanda de sus servicios, en su mayoría por casos de ansiedad y depresión.
“La crisis capitalista está agravando claramente las relaciones familiares”, declaró otra experta en psicoterapia, Katiana Spyrides. “En particular, asistimos a un incremento en los niveles de estrés de niños y adolescentes que se enfrentan a nuevos problemas, como el de ver a sus padres en la cárcel por delitos económicos, y que ante la situación que se vive se han visto obligados a comprometer sus necesidades, tanto las emocionales como de otro tipo”, explicó.
Otro de los rostros más duros de la terrible crisis económica que afecta a Grecia es el aumento de las personas que carecen de un hogar y de un techo propio para resguardarse. Desde la implosión de la crisis helénica, a mediados de 2010, cerca de medio millón de personas perdieron su empleo y miles de negocios cerraron en toda Grecia.
Y es que a pesar del plan de rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional implementado por el nuevo premier Lucas Papademos, relevo de Yorgos Papandreu, poco parece poder hacer el reducido estado helénico, que afronata una etapa de austeridad extrema y de contracción casi absoluta para poder buscar la manera de estabilizar la economía griega.
Especialistas indican con seguridad que las ONG están reemplazando al Estado. "En el último año, el número de personas 'sin techo' aumentó un 25 por ciento, y la mayoría tienen un perfil totalmente distinto al de antes", explica Olga Theodorikaku, coordinadora de la asociación humanitaria Klimaka. "Proceden de la clase media. Hasta hace poco tenían un trabajo y una casa. El único factor que los ha convertido en 'sin techo' ha sido el desempleo", indicó.
Spyros Psijas, antiguo representante griego en la Federación Europea de Asociaciones de Ayuda a los 'Sin Techo' asegura que el problema tiene que ver con que Grecia no reconoce a las personas sin hogar como un grupo en riesgo de exclusión social, hecho que impide que existan políticas adecuadas para luchar contra el problema.
"Grecia carece de un verdadero Estado del Bienestar. Los desempleados reciben una ayuda por un año, pero después se quedan sin nada. Los trabajadores autónomos ni siquiera tienen derecho a realizar paro como modo de protesta", explica Panos Tsakloglu, profesor de la Universidad de Economía y Negocios de Atenas. "Hasta ahora era la familia la que evitaba que esta gente cayese en la pobreza. Pero ahora también esto está fallando", añade.