504 palabras
'En Argelia, desde 1945, aproximadamente un 15% de la población fue masacrada por los franceses. Eso es un genocidio. Los argelinos fueron quemados en masa en hornos', afirmó ayer el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogán. Era su respuesta al proyecto de ley que acaba de ser aprobado en Francia, que penaliza con 45,000 euros y un año de cárcel a quien niegue o minimice los genocidios, incluido el armenio.
Pero el premier turco llegó aún más lejos: 'Si el presidente francés, el señor Nicolas Sarkozy, no sabe sobre este genocidio, debería preguntar a su padre, Paul Sarkozy', aseguró. 'Su padre sirvió en la Legión Francesa en Argelia en los años cuarenta. Estoy seguro de que tendría mucho que contar a su hijo sobre las masacres', declaró.
Sarkozy y Erdogan, cuando todavía se medio hablaban, en febrero, en Ankara. Foto Reuters.
La reacción fue inmediata. El padre de Sarkozy, que en realidad se llama Pal, apareció ayer en la televisión indicando que estos comentarios son 'completamente ridículos'. 'Nunca he estado en Argelia. Nunca he ido más allá de Marsella, y sólo estuve en la Legión Extranjera cuatro meses', aseguró.
En Francia viven medio millón de ciudadanos de origen armenio, que constituyen una de las fuentes clave de apoyo para el partido de Sarkozy ante las elecciones del próximo año. Para la diáspora armenia, la cuestión de las matanzas de 1915 es de importancia capital, dado que constituye el pilar básico de su identidad. Durante aquellos sucesos, cientos de miles de armenios murieron al ser trasladados a la fuerza a los desiertos de Oriente Medio por oficiales otomanos. Aunque el Gobierno turco reconoce los hechos, no acepta que existiese un plan deliberado para exterminar a la población armenia del Imperio Otomano, y niega tajantemente la acusación de genocidio, que tendría importantes implicaciones legales.
El ministro de Exteriores de Francia, Alain Juppé, ha pedido a Turquía que 'no reaccione de manera exagerada' a un proyecto de ley que 'es una iniciativa parlamentaria, y no un proyecto del gobierno de Sarkozy'. 'Respeto el punto de vista de nuestros amigos turcos, es un gran país, una gran civilización, pero ellos deben respetar el nuestro', declaró el propio presidente francés.
Pero el Gobierno turco ya ha anunciado la cancelación de la cooperación militar y económica y la suspensión de todas las consultas políticas con Francia, y ha llamado a consultas a su embajador en París. Erdogan ha acusado a Sarkozy de intentar 'obtener ventaja de la turcofobia y la islamofobia', y ha indicado que 'nuevas medidas' de represalia podrían ser adoptadas.