650 palabras
Un equipo de investigadores asegura saber con certeza el origen exacto de algunas de las piedras de Stonehenge, un monumento megalítico de la Edad del Bronce situado cerca de Amesbury, en el condado de Wiltshire (Inglaterra).
Desde hace mucho tiempo se ha sospechado que procedían de las rocas de las llamadas colinas de Preseli. Ahora, una investigación del Museo Nacional País de Gales y de la Universidad de Leicester, publicada en la web de la BBC, ha localizado su fuente a 70 metros de Craig Rhos-y-felin, cerca de Pont Saeson. El director del Museo, Richard Bevin, cree que este hallazgo ayudará a averiguar cómo se movieron las piedras desde Wiltshire.
Un nuevo descubrimiento arroja luz sobre los orígenes de las famosas piedras azules de Stonehenge. La designación de 'piedras azules' es convencional, no es un concepto geológico, y se utiliza para denominar a las piedras foráneas, ya que existen en el monumento por lo menos 20 tipos diferentes de roca. Se supone que había unas 80 en un principio, pero esto nunca ha sido probado. Sólo quedan 43. De las rocas más grandes 30 no son 'piedras azules', sino rocas de arenisca.
Mapa del Reino Unido, con la ubicación de las colinas de Preseli y Saeson Pont, en Gales (Wales), y Stonehenge.
Durante nueve meses, Bevins y Rob Ixer, del centro de Leicester, recogieron e identificaron muestras de afloramientos de roca en Pembrokeshire en su intento por localizar el origen de las piedras con las que se construyó el monumento, que es Patrimonio de la Humanidad. Analizando su contenido mineral y las texturas de las rocas, lo que se conoce como petrografía, comprobaron que el 99% de las muestras se emparejaban a rocas de Pembrokeshire.
Son rocas volcánicas, riolitas, que según ambos expertos se diferencian de las que hay en otros afloramientos del sur de Gales y que se encuentran en unos centenares de metros cuadrados exclusivamente. Dado que incluso hay diferencias en distancias de hasta 10 metros, incluso han podido precisar la zona exacta de Rhos-y-felin de donde fueron extraídas.
Rob Ixer declaraba a BBC que es "inesperado y emocionante" encontrar la fuente de cualquier roca arqueológica. "Si seguimos perseverando, llegaremos a conocer el origen de la mayoría de estas rocas", augura.
Una vez conocido el origen, los arqueólogos tendrán que averiguar cómo las piedras llegaron desde Pembrokeshire a Stonehenge. Durante mucho tiempo, los expertos se han preguntado cómo fue este transporte entre los años 3000 y 1600 a. de C. Se pensaba que las grandes losas fueron movidas en balsas, a través del río Avon y el canal de Bristol.
El problema es que Pont Saeson está al norte del Preseli, a cierta distancia de estos cauces de agua, lo que complica esta hipótesis. Una alternativa es que la naturaleza fue la que acercó las rocas a Stonehenge, debido a la trayectoria de un glaciar de la Edad de Hielo, pero no hay otras rocas en esa región de Gales con ese mismo origen, lo que elimina también esa opción.
En abril de 2000 se hizo una prueba real, intentando trasladar una piedra gigante desde País de Gales a Salisbury por tierra y mar, en un viaje de 386 kilómetros, utilizando sólo la fuerza muscular y la tecnología de los humanos de hace 5000 años. La piedra acabó hundida en el estuario de Milford Haven.