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El soldado estadunidense Bradley Manning, acusado de la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, se enfrentó ayer tranquilo a las pruebas que presentó la Fiscalía del rastro digital, donde quedaron exhibidos sus supuestos contactos con el portal de internet Wikileaks y su fundador, Julian Assange.
La llegada de Manning a la corte en Fort Meade.
Dos investigadores informáticos presentaron en la audiencia pública que se lleva a cabo en la base militar de Fort Meade, estado de Maryland, las pruebas más contundentes contra Manning presentadas hasta la fecha: información digital que muestra intercambios de información con supuestos miembros de Wikileaks.
Manning se fue tensando en su silla a medida que se mostraban conversaciones de chat “en tono familiar” con un usuario vinculado al alias Julian Assange, fundador del portal Wilileaks.