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Yasmin Gaspar, conocida activista, indicó que el jueves 15 de diciembre, al ir a recoger a sus hijos al CECUNY (Centro Cultural del Niño Yucateco), su hijo de nueve años estaba sentado en una banca esperándola, pero en una actitud que no es común en él, bastante retraída. Al verlo le preguntó si algo pasaba, a lo que le respondieron que no pasaba nada.
Yazmin Gaspar: Una pena el caso de Bullyng en el CECUNY. Falta vigilancia en ese centro cultural
Después de recoger a su otro hijo de seis años y encaminarse al coche, increpó a su vástago (al de nueve años) para que le dijera si algo había pasado. Entonces el niño la abrazó y se puso a llorar desconsoladamente. Le inquirió para que le dijera que había sucedido, pero el niño no quiso hablar. Así estuvieron por espacio de media hora, aproximadamente hasta que el niño me contó lo acontecido.
Palabras más, palabras menos, le dijo que estando jugando tazos con dos niños compañeros de clases (mayores que él, uno de once y otro de doce años) y que uno de ellos se molestó porque había perdido en el juego y lo empezó a insultar y a decir groserías,ante esto, su hijo se fue alejando, pero lo agarraron entre los dos niños mayores y lo comenzaron a golpear por todo el cuerpo, tanto en los testículos como en los codos, tórax y piernas. Ambos niños dijeron a mi hijo que no contara nada, porque si decía algo le iba a ir peor. Es decir, lo amenazaron.
Cabe destacar, continuó que uno de esos otros niños es ampliamente conocido por usar un vocabulario soez y grosero; y por ir al cecuny con el pelo más largo que el de las mismas niñas. Lo anterior, a pesar de su corta edad (once años).
Mencionó que anteriormente su hijo le había comentado que el vocabulario de varios niños de su edad está basado en insultos y groserías y que a pesar de nivel educativo y del tipo de instituto eso estaba permitido (pues nadie ponía un alto), tan es así que se sigue manejando entre muchos otros niños.
Comentó que su hijo estuvo en actividades musicales hace un año, pero por las burlas a las que fue sometido por la misma maestra encargada de impartirle clases de guitarra, preferió quitarlo de esa actividad. A pesar de las groserías de su maestra, no dijo nada porque consideró que con quitar a su pequeño de esa actividad, era mas que suficiente.
Expresó que desde entonces, le paga clases particulares con un maestro de guitarra y aunque su hijo quizá no llegue a ser un gran concertista, si está aprendiendo, disfrutando y amando la música.
Mencionó que la apena mucho que esto suceda en esta institución,en la que hay personal con grandes conocimientos y valores, pero también faltan vigilancia y educación a algunos maestros o alumnos. Añadió que es una madre que ha llevado a sus hijos ahí desde hace cinco años y que siempre ha estado al pendiente de ellos, pues considera que la educación no recae solamente en los maestros o maestras y que vigilar cualquier actividad que los hijos realicen, es siempre responsabilidad de los padres.
Lamentó que estas situaciones se estén dando en el CECUNY, lugar por catalogado como recinto educativo y cultural, donde debería haber vigilancia y cuidados para todos los niños y niñas, tomando en cuenta el espacio físico que tiene la institución.
CECUNY: Falta vigilancia en ese centro cultural
Se preguntó cuántos niños o niñas se callan, cuántos pequeños son amenazados para no decir nada a sus papás, con lo que cabe cuestionarse dónde queda la vigilancia de la escuela. Agregó que en estas circunstancias, debe existir una responsabilidad y esta recae en las autoridades del referido centro cultural.
Subrayó que vió el temor, el miedo y el dolor en los ojos de su pequeño y que por ende, mañana no quiere ver que ninguno de sus hijos al vivir estas situaciones, se calle o se amedrente y permita que esto siga pasando, o bien que sean forzados a tomar venganza o justicia por su propia mano, porque ese definitivamente, no es el camino a seguir.
Finalizó reiterando que igual podrá existir gente que considere que está exagerando, pero que le parecía en lo personal que no era grato que se les sometiera a vivir estas situaciones como familia y que en un lugar a donde lleva a sus hijos pequeños para que aumente y crezca su acervo cultural, como parte importante de su educación, se presenten estas situaciones, tan penosas para cualquier familia.
Cabe mencionar que el CECUNY es dirigido por Emilio Bueno Salazar, pariente y recomendado del ex regidor por Todos Somos Yucatán y actual subdirector de cultura del ayuntamiento priista, Carlos Sarabia Barrera, que cobró ese precio por defeccionar de las filas blanquiazules y apoyar a la pandilla en el poder.