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BRASILIA — La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, celebró el martes los progresos del ex mandatario Luiz Inacio Lula da Silva en su tratamiento contra un cáncer de laringe, que según los médicos se redujo en un 75% después de tres sesiones de quimioterapia.
"Hablé el lunes con él, estaba muy feliz, porque de hecho nadie esperaba que fuera tan bueno el resultado" del tratamiento, señaló Rousseff a los periodistas.
Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil, con su mujer, Marisa, y su médico de cabecera, Roberto Kalil Filho, al darse de alta del Hospital Sírio-Libanês de São Paulo. (Foto O Globo)
"Estamos muy felices con la noticia. Sabemos que el (ex) presidente tiene una característica que es fundamental: es una persona que tiene un optimismo fantástico, es una persona con toda una trayectoria de desafíos que siempre fue capaz de superar", afirmó Rousseff.
Lula, de 66 años y quien gobernó Brasil entre 2003 y 2011, fue dado de alta pasadas las 20h30 del martes, tras concluir "sin complicaciones" su tercera sesión de quimioterapia, según informó el hospital de Sao Paulo donde recibe el tratamiento.
A raíz de la disminución del tumor que le fue diagnosticado a fines de octubre, "una operación está totalmente descartada", dijo el lunes el jefe de su equipo médico, Roberto Kalil Filho, en una conferencia de prensa.
Los especialistas que lo atienden dijeron que el ex mandatario deberá recibir a principios del próximo año sesiones de radiación por seis a siete semanas, para "eliminar completamente el cáncer".
"Es un mensaje para todas las personas que pasan por esta enfermedad, cada vez más derrotada. Yo soy un caso, el presidente Lula es otro", señaló Rousseff, quien se recuperó de un cáncer linfático detectado en 2009, antes de su llegada al poder este año.